Os contaré un secreto, desde que nacieron mis hijas, cada año, en el día del padre, le regalo un cuento a mi marido, un cuento para papá.
Supongo que podría regalarle una camisa, o unos socorridos calcetines, o unas botas de montaña, o un vino muy especial…, pero siempre es un cuento.
Y es que leerle a tus hijos me parece un verdadero acto de amor, un placer extraordinario, una enorme responsabilidad y, si me apuráis, una auténtica declaración de principios.
Así, en la pequeña biblioteca de papá, ya atesoramos joyas como “P de papá”, “Cómo es tu papá” o “El sr. Don caballito de mar”.
Aunque son títulos muy diferentes, me he dado cuenta de que comparten algo que los hace especialmente valiosos: la visión del padre como cuidador.
“P de papá”, es todo ilustración, apenas texto, y resume con sencillez la toda la ternura de la paternidad: papá es grúa, ambulancia, perchero, fregón, chocolate, pequeñito…
En “Cómo es tu papá”, conocemos seis animales macho encargados o con un papel muy importante en el cuidado de sus crías: el pingüino, el tití…
Por último, “El señor don caballito de mar”, mientras espera que sus crías nazcan de su bolsa, en su paseo por el fondo del mar, va saludando a otros señores peces que también cuidan de sus crías, y a los que conocemos a través de las sorpresas de este bellísimo pop up de Eric Carle.
Resulta curioso, porque la selección no fue consciente, simplemente llegaban a mí, o quizás es que iba desechando aquellos en los que no encontraba al padre mis hijas, aquellos que proponían un modelo de papá que no tiene nada que ver con el que tenemos en casa, con el que deseo.
Supongo que también había un componente de agradecimiento, o más bien de reconocimiento. Durante los primeros años de mis hijas, decidí montar un negocio (han sido cuatro añitos de Esta por mamá), en un sector con un horario muy poco amigable con la crianza, el comercio.
Y en esa decisión, tuve todo el apoyo de mi pareja, que redobló su papel de cuidador, para asombro de muchos (y de muchas), y con el que terminé formando una familia con muy pocos estereotipos.
Y es que los cuidados, tradicionalmente, han estado “asignados” a la madre, al ámbito de lo privado, a las emociones…, mientras que en el padre recaían las tareas relacionadas con el ámbito de lo público, lo económico, lo estrictamente racional…
Afortunadamente, “times are changing” y las familias de hoy en día (muuuuuchas familias, aunque no todas, lo sé) nos esforzamos por superar modelos arcaicos de relaciones, y por construir otros nuevos, más sanos e igualitarios.
En ese camino, en ese proceso, creo que es muy importante reforzar, no sólo la “salida” de las mujeres al ámbito de lo público, sino también la “entrada” de los hombres en el ámbito de lo privado, los modelos positivos de paternidad.
Y tenemos una herramienta maravillosa para reforzar lo que nos gusta: la educación de nuestros hijos e hijas.
Decidimos qué les contamos y cómo se lo contamos.
Por eso, elegir un libro sobre papá, no es algo inocuo.
Creo que no vale cualquier libro sobre papá (ni sobre mamá, of course, pero hoy la cosa va de padres), y creo que debemos ser muy cuidados@s con el modelo de masculinidad, de paternidad y de relaciones padre e hijo/a que transmitimos.
Que nadie se alarme, no hablo de leer sólo cuentos “educativos” o “políticamente correctos”. Personalmente, me aburren de manera soberana.
Sólo digo que reflexionemos y decidamos si queremos contarles a nuestros hij@s cuentos en los que el papá llega a casa del trabajo mientras la mamá está con su delantalito puesto haciendo ricos pasteles, o cupcakes que ahora se llevan mucho más, o mejor buscamos cuentos en los que el papá cuida de sus pequeños igual de bien que su mamá.
Lo que estoy proponiendo es que no sigamos reforzando mensajes como “mi papá es el más fuerte del mundo”, sino que los cambiemos, o si me apuráis, los alternemos, con mensajes en los que el papá cuida a sus pequeños cuando están enfermos, los baña, los viste, les da de comer.
Papá no es un desastre en casa (otro estereotipo de los cuentos infantiles sobre papá), ni está siempre leyendo el periódico, ni es el tipo más duro del mundo.
Papá arrima el hombro como todos los miembros de la familia, para que la casa esté limpia, papá también se entristece, y llora, a papá le encanta jugar y jugar, papá prepara la merienda…
Este año me he decidido por “Un patio en el centro del universo”, de la editorial Libre albedrío. Ssssshhhhh, no se lo digáis, es sorpresa 😉
Es un libro hermoso y delicado. Es el cuento de papá de este año.
Es una celebración de la infancia, del juego, de lo felices que pasan los días cuando estás con tus hij@s, de la extraordinaria y mágica sencillez de la vida.
Ha sido una elección muy pensada: este año nuestro papá ha trabajado mucho, poniendo en marcha un sueño (que estoy deseando presentaros), y ha tenido muy poco tiempo para disfrutar en nuestro centro del universo.
Nosotras estamos deseando que vuelva.
Con este libro te das cuenta de que toda esta magia, un día, pasará, y llegarán otras cosas (no mejores, ni peores, simplemente diferentes), pero seguramente el centro del universo ya no estará en nuestro patio.
Por eso, en nuestra pequeña familia, hemos decidido comenzar a cambiar aquellas cosas que nos hacen pasar demasiado tiempo lejos del centro del universo…, pero esa es otra historia…
¿Y vosotras, tenéis ya un cuento para papá?
