Hasta no hace demasiado tiempo, encontrar ropa moderna para niños era casi una utopía. Y para niña ya ni hablamos.
Menos mal que, de un tiempo a esta parte, ha habido una auténtica revolución en el sector de la moda infantil, y a las tradicionales puntillas, bordados y volantes, se han sumado las cremalleras y elásticos de las propuestas más cañeras.
Entendedme, no es que yo sea de la brigada «antipuntilla», soy más bien de la patrulla «antivolante cutre-chungo». Porque si la ropita clásica se hace con calidad y buen gusto, es bonita y siempre hay un momento para ponérsela al bebé o al peque (aunque sea para ir a casa de la abuela 😉
Eso si, tengo que reconocer que me puede la ropa con un rollo rockero, modernita, cañera y hasta un punto canalla.
Y me diréis, siiiii, esa tan chula que venden en Zxxxx o en H&xxxxx. Vale, si, es mona, no digo yo que no, tiene diseño y tiene rollo (normal, copian mucho de las firmas de moda que marcan tendencia de verdad). El problema es, como siempre, la calidad.
Porque no es igual una sudadera de H&xxx, que una de Popupshop. Te pongas como te pongas. La primera te va a durar un salto (si lo resiste). La segunda te dura todo el invierno, la hereda el hermano menor, y luego pasa a los primos. Garantizado.
Para que l@s del rollo clásico me entendáis: no es igual un vestidito de Pili Carrera que uno del chino. Noooooo.
¿Por qué?: por los materiales, por el proceso de fabricación, porque no es igual producir con un coste ínfimo en cualquier lugar del globo y de cualquier manera, que hacerlo con materiales de primera calidad en fábricas en las que se garantiza un trabajo digno.
Está claro que esto tiene un reflejo en el precio, y quien pretenda encontrar prendas de algodón orgánico, con mucho diseño y mucha calidad a cuatro duros, lo tiene difícil.
La calidad (y la responsabilidad social) en moda infantil, como en todo, se paga. Pero merece la pena.
Quizás lo que tenemos que plantearnos es tener «fondos de armario» para los peques más escasos pero mejores. Cambiar el chip. Pasar del «vale tan barato que si se rompe lo tiro y compro otro» al «le voy a comprar uno bueno que aguante toda la temporada y me sirva para el otro peque».
En definitiva, con nuestros hábitos de consumo también estamos educando ¿verdad?. Yo tengo claro que no quiero educar a mis hijas en el «usar y tirar». No quiero que en el futuro compren sin pensar qué hay detrás de cada producto. Aspiro al menos a que reflexionen y tomen decisiones (las suyas propias) conscientes.
Apostar por este tipo de consumo no es fácil, como tampoco lo es hacerlo desde el otro lado del mostrador.
Lanzarte con una tienda en la que comercialices ropa con diseños atrevidos para peques, fabricada con materiales orgánicos, sin lazos, ni rosas, ni azules…está reservado a l@s muy valientes.
Pilar, de Bang Bang Kids es una de ellas.
Esta granadina, estilosa y muy cool, que trabajaba en un despacho de abogados, aprovechó la crisis y el fin de su contrato para cambiar de tercio, y darle un giro a su actividad profesional montando una tienda on line de ropa moderna para niños que es una delicia.
Y la inspiración en este caso fué su sobrino, un niño guapo a rabiar, protagonista del primer spot de su tienda. Mirad que bellezón.
Ains, ya sabéis lo que me gustan a mi estas historias de reinvención personal y profesional. Por lo que tienen de ilusión, de lucha, de nadar contra la corriente, de apostar por algo en lo que casi nadie de tu entorno cree, pero que tú deseas con todas tus fuerzas.
Por eso, desde ya, me declaro muy fan de Pilar, de Bang Bang Kids, y de su ropa moderna para niños y niñas.
Y por eso mismo, estoy superfeliz de que se una a la tribu Littlegranada. Esa pandilla de pequeñas empresas grandinas que todo lo hacen bonito y que todo lo hacen bien (orgullo de amiga oiga).
Podéis daros una vuelta por su tienda y por su blog, para ver algunos looks para bebés muy molones, o algunos estilos para niños con mucha personalidad.
Pilar estará en la próxima Feria Littlegranada (falta poquísimo), para desvirtualizarse, para que podamos tocar y disfrutar de la calidad de la ropita que vende, para mostrarnos la colección de primavera-verano 2017 y para darlos la oportunidad de comprar con precios muy rebajados cositas de las temporadas anteriores de las marcas más chulas: Popupshop, Molo, Nununu…
Y yo estaré en primera línea, para «hacer armario», aunque igual antes, me doy una vuelta por su tienda on line, que acabo de descubrir una sección «outlet» que no tiene desperdicio, mira, mira, llenita de ropa moderna para niños…
