Imagino que hay muchas formas de afrontar un post sobre un centro de terapia ocupacional en Granada, pero si ese centro es Volar sin alas y a su frente está María Bueno, hay una única manera de hacerlo: desde la positividad, la fuerza, el optimismo y si me apuráis, la felicidad.
Reconozco que cuando me acerco a proyectos que trabajan con personas con capacidades diferentes, y mas aún si están especializados en niños, lo hago siempre con ciertas reservas. No es casual, la diversidad funcional es algo muy presente en mi familia y en mi vida, ya que uno de mis hermanos tiene discapacidad (o diversidad) intelectual, y he conocido muchos centros, proyectos y a profesionales que trabajan en el sector.
Currículums, trayectorias profesionales e instalaciones aparte, hay algo que tengo muy claro: para trabajar en este campo es necesario algo más. Hace falta una fuerza, una voluntad y una energía muy especiales, que muy pocas personas poseen y que, cuando se da, consigue que pongas en sus manos a tu ser más querido sin reservas, y que termines valorando a estas personas como lo que son, un auténtico regalo.
María Bueno es una de esas personas especiales.
Su centro de Rehabilitación y Desarrollo se llama Volar sin alas, y eso ya te da una idea del talante con el que se afrontan allí las terapias ¿verdad?.
Entrar en Volar sin alas y conocer la historia de su nacimiento y a María, es darse cuenta del amor que se pone allí en cada detalle, del respeto absoluto por los niños y las familias con las que se trabaja, del afán de superación y el nivel de autoexigencia que esta joven profesional se impone.
Para que os hagáis una idea: María es de las personas que participan en Little con las que más me cuesta hablar o quedar, simple y llanamente porque es incapaz de cambiar una cita con un paciente, porque si la cita se alarga media hora cuando es necesario, se alarga y punto, lo demás puede esperar. Porque tiene muy claro que lo primero es lo primero. Y lo primero para ella son los niños y niñas con algún tipo de discapacidad o dificultad en su desarrollo, y que tienen problemas para desenvolverse con normalidad en su entorno.
Su herramienta es la terapia ocupacional, aún una gran desconocida en nuestro país, gracias a la que María atiende a personas (especialmente a niños y niñas) con dificultades de diversa índole: autonomía, problemas de aprendizaje, déficit de atención y TDAH, atención temprana, trastornos del espectro autista, trastorno generalizado del desarrollo, dificultades motoras, del equilibrio, coordinación, praxis…
No me extiendo en este punto y os remito a su página web o a sus redes, donde comparte con frecuencia información de interés en este campo, pero me voy a permitir disfrutar un poco describiendo su maravilloso centro, ese en el que se parte de que si los pies nos fallan, nos pueden salir alas…
Volar sin alas es un centro de terapia ocupacional en Granada que está ubicado en la Carretera de la Sierra. Con fácil acceso tanto en coche como en autobús urbano (nº33).
Es luminoso y sencillo y todo en él está diseñado para trabajar a través del juego.
Los materiales han sido diseñados por ella misma, partiendo de materiales que encontramos habitualmente en todos los centros especializados, a los que han sido añadidos las mejoras y los detalles que su experiencia le decía que debían estar.
A María no le cuesta nada «remangarse» y ponerse a currar cosiendo, pintando, atando…, y a su familia tampoco, así que queda uno de los rincones en los que los peques desarrollan el equilibrio, la psicomotricidad etc. fueron creados por manos llenas de amor, y es como si de alguna manera, guardaran ese recuerdo (especialmente el de su padre), y lo transmitieran a quienes entran allí.
Hay una piscina de bolas que haría las delicias de cualquier niño (y de casi cualquier adulto), un rockódromo alucinante para pequeñas escaladoras, una tirolina, columpios…qué se yo, hay de todo y todo hermoso y divertido.
Y guiando el trabajo (porque aunque parezca un juego es un duro trabajo el que allí se realiza), hay una enorme sonrisa y una calidez humana que dejan entrever lo más importante: la fuerza y la determinación que hacen que esta terapeuta ocupacional por vocación, sea capaz de llevar a los niños siempre un paso más allá de donde creen que pueden llegar, de donde el resto del mundo espera verlos llegar.
Esa capacidad para exigir desde el amor, es la que la lleva a pedirse siempre más a si misma, a leer y volver a leer en su despacho lleno de libros especializados, a trabajar desde el más puro rigor, a seguir formándose, a estar en contacto con las asociaciones y profesionales más prestigiosos del sector para trabajar en equipo siempre que hace falta.
Yo me pido ración doble de lo que esta mujer toma cada día al levantarse. Y recomiendo dosis diaria de lo que en este centro de terapia ocupacional en Granada se «vende»: amor del bueno, del que es capaz de hacerte crecer las alas.
Volar sin alas. Calle Charcón 106,esquina con carretera de la sierra Granada, España.
Tlf: 640094328 640 094 328
Mail: info@volarsinalas.com
