Disfrutar del turismo familiar y de naturaleza no tiene por qué significar desplazarnos muchos kilómetros o hacer rutas de largo recorrido.
En Granada tenemos una opción fantástica de senderismo suave y totalmente accesible para familias desde la capital y hasta Pinos Genil. Un plan de fin de semana tan sencillo como económico y saludable.
Pinos Genil es uno de los destinos habituales para comer o cenar (en verano) de las familias de Granada. Su proximidad y la buena comunicación por carretera, además de la sólida oferta gastronómica del pueblo, lo han convertido desde hace mucho tiempo en un básico de los planes para «salir a comer» con la familia en fin de semana.
Sin embargo, hoy os proponemos una manera diferente de acercarnos a Pinos Genil. Os invitamos a dejar el coche y probar las bondades de un paseo que es una auténtica delicia y está lleno de valores ambientales.
Lo mejor de esta ruta es que hay diferentes opciones para llevarla a cabo, en función de la edad de nuestros peques y de las ganas de caminar o incluso de montar en bici que tengamos, e incluso podemos utilizar el comodín del transporte público para acortarla un poquito.
Nosotras salimos de Puente Verde, y nos dirigimos al Paseo Fuente de la Bicha, por el camino conocido popularmente en Granada como «ruta del colesterol», un trayecto recorrido a diario por multitud de granadinos amantes del ejercicio al aire libre.
Si os decidís a realizar el camino a pie, hay que tener en cuenta que se trata de una ruta de unos 8km que dura aproximadamente dos horas o dos horas y media (en función del ritmo) para la ida y otras tantas para la vuelta.
No lo recomiendo con niños muy pequeños, porque resulta demasiado larga para ellos, salvo que los llevemos en mochila portabebés (si su edad y peso lo permite) o en bici (con silleta infantil o remolque acoplados).
Peques mayorcitos y acostumbrados a caminar, la harán sin problema y el camino tiene la enorme virtud de ser muy llano, porque lo que no hay tramos penosos ni que requieran de condiciones físicas especiales.
El camino está perfectamente señalizado y no hay posibilidad de perderse. La única decisión a tomar es realizarlo por una margen u otra del río.
Si lleváis niños/as pequeñitos o simplemente lo que os apetece es dar un paseo antes y después de comer, la mejor opción es utilizar el transporte urbano. La línea 33 que recorre toda la ciudad nos deja en su última parada en el paraje conocido como «Los Pinillos», desde el que podemos conectar sin dificultad con el paseo por el río y llegar a Pinos Genil en apenas 30-45 minutos, disfrutando de una partes más bonitas del camino, que atraviesa diversos puentes y presas rodeados de frondosa vegetación.
Es fantástico si nos animamos a jugar con los peques durante la ruta a buscar pistas, ya que el trayecto es un pequeño privilegio está cargado de valores ambientales.
Partiendo de Granada, desde el Puente Romano, dejamos atrás el hormigonado cauce del Genil para pasar a disfrutar de lo que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en un río: flora,fauna y vegetación.
Podemos aprovechar esto para jugar con los peques a lo largo del camino: iremos encontrando huellas de animales que habitan allí, excrementos, madrigueras, árboles y sus frutos…
Nada más comenzar, por ejemplo, observamos un aligustre, si ,ese con bayas negras en racimos y que son tóxicas para nosotros pero que nos vale para visualizar algún Zorzal ya que estos pequeños si se pueden alimentar de ellas, y al hacerlo dejan en el suelo ese color negro como pintura…¡otra pista!.
Si miramos a ambos lados del río veremos fresnos, acacias, cinamomos, algún almez…y si decidimos caminar un rato por la orilla del río, eucaliptos, sauces, rosales silvestres…Estamos caminando entre bosque mediterráneo y vegetación de ribera.
En la orilla también es posible observar rastros de culebras, huellas de aves y pequeños mamíferos como la rata de agua, madrigueras…todo es cuestión de escuchar, observar y jugar.
La ruta resulta especialmente bonita en otoño, cuando los álamos nos enamoran con sus colores naranjas, amarillos, marrones…, pero también es una delicia en primavera o una mañana soleada de invierno.
La naturaleza, en esta ruta, nos pone en bandeja disfrutar en familia, charlar, fotografiar, observar, escuchar, oler, tocar e incluso comer (almecinas, majoletas).
Una vez llegados a Pinos Genil, la decisión del lugar para comer es realmente complicada, ya que hay numerosos establecimientos a lo largo del río que ofrecen una cocina sencilla y agradable, con opciones para todos los bolsillo.
Un clásico es el arroz de Los Cazadores (ojo, reserva obligada en fin de semana, porque la demanda es altísima), pero cualquiera de las opciones es interesante.
Nosotras comimos estupendamente en la terraza de La Taberna del Turrón, que está estratégicamente situada junto a un pequeño parque infantil. Si elegís una de las mesas cercanas al parque, podéis disfrutar de la comida y la sobremesa mientras los peques juegan a sus anchas en el parque, pequeñito pero bien acondicionado y !con sombra! (imprescindible cuando el sol aprieta).
Un lugar perfecto para observar a los famosísimos patos que habitan en esta parte del río, y que son uno de los grandes atractivos de la zona para los peques.
Una vez terminada la comida, podemos reabastecernos de agua en la fuente de la plaza, darnos un pequeño paseo por el casco histórico de este pueblo lleno de encanto y afrontar el regreso con toda tranquilidad.
Si vuestra opción es un establecimiento con zona infantil habilitada, existen varias posibilidades, el Hotel-Restaurante Puente de la Duquesa, que suele colocar hinchables en el exterior para comuniones, bautizos, cumples o cualquier tipo de celebración, o La Posada, con hinchables y amplias zonas al aire libre, al que se puede acceder en coche o a pie por el camino que os hemos indicado.
Desde hace muy poquito, Pinos Genil cuenta con un enoooorme atractivo para familias, el magnífico Centro de Interpretación del Tranvía de la Sierra, del que os hablo largo y tendido en un completo post.
Un precioso centro que se encuentra en el emblemático edificio de la antigua estación del Tranvía de Sierra Nevada, remodelado con elegancia y buen gusto y parada obligada para las familias que visiten Pinos Genil.
Los precios son realmente económicos: 2€ la entrada general, 1€ la reducida y gratis para niños y niñas menores de 6 años.
El Centro está abierto de miércoles a domingo en horario de 10:00 a 14:00 y ofrece una magnífica visita guiada por sus instalaciones.
Dispone de cinco salas diferentes que recorren la historia del legendario tranvía que conectaba Granada con Sierra Nevada, nos hablan del pueblo y de lugares tan emblemáticos de la historia del mismo como el blanqueo o la fábrica de la luz.
Mención aparte merece la Sala dedica a Berta Wilhelmi, filántropa, empresaria, feminista y librepensadora que dejó una honda huella en Pinos Genil y en toda la provincia de Granada.
Para quienes deseen profundizar en la apasionante historia de Berta Wilhelmi, el Centro de Interpretación del Tranvía ofrece también una preciosa visita guiada siguiendo la Ruta de Berta, que será catalogada en breve como Sendero Local. La ruta nos acerca a esta figura fundamental de nuestra historia reciente, recorriendo lugares del municipio relacionados con su vida, en un paseo agradable accesible incluso para carritos de bebé.
Una propuesta de ocio familiar próxima, accesible y de lo más saludable.
¡Nos vemos en Pinos Genil!