La cuna trotona o cuna de viaje es un «must have» en toda lista de regalitos para bebés que se precie y resulta sorprendente la cantidad de cunas de viaje que se compran y, sobre todo, que se regalan.
La cuna de viaje es, junto con la trona, la silla para el coche etc. de esos regalos reservados a los familiares cercanos (esos que te hacen los regalos que cuestan más eurillos) o a los grupos de amigos o compañeros del trabajo que se unen para hacer un «mocho» y te regalan algo más carete.
Pero, seamos realistas, los viajes pertenecen a ese grupo de cosas (junto con las cenas, conciertos, el sexo, los cines etc.), que se reducen considerablemente cuando tienes un bebé, al menos al principio.
Pensadlo, ¿a cuántos padres recientes conocéis que hayan hecho el interrail?. Va a ser que no.
Y no sólo eso, sino que además, los tiempos avanzan que es una barbaridad, y la inmensa mayoría de los hoteles dispone de cuna de viaje, lo que te evita el bulto número mil si te lanzas al family trip.
Y si me apuran, para unos días que vamos a estar fuera, ¿qué problema hay en colechar?. Eso sin contar que el colecho es ya la opción de muchas familias.
Entonces, ¿por qué se siguen vendiendo las cunas de viaje?
Pues por una sencilla razón: porque tienen muchos más usos que el que su nombre sugiere (viaje de placer con parada en precioso alojamiento rural u hotelito con encanto en ciudad maravillosa)
Enumeremos algunas circunstancias en las que una cuna de viaje te puede venir fenomenal:
- Empezaré por lo más duro: ir a casa de tu suegra los fines de semana.
Vaaaleeeee, o a casa de tus padres, da igual. Si sois de esas parejas que trabajan y viven en una ciudad diferente a la de los abuelos, prepárate, porque vas a hacer más kilómetros que Willy Fog.
Al principio irán a verte a tu casa (todos, la gran familia española), pero después tendrás que ir tú, y es normal, porque están mayores, porque tienes muchos amigos en tu ciudad de origen y te apetece verlos…
En este caso, tienes varias opciones:
a) Comprar una cuna «normal» para esos días. Sin ofender a nadie, es una compra muy poco razonable. Apenas la usarás. No merece la pena. Aun así, hay abuelas/os que la compran sin preguntarte ni nada, en plan “abueleitor” o “aminietonolevaafaltardená”. Pues oye, es de biennacidos ser agradecidos, decía mi abuela.
b) Recuperar la cuna «vintage». Muchas abuelas han guardado durante ¿30, 40 años? la cunita de sus retoños, y pretenden que tu bebé la utilice.
Ejem, con honrosas excepciones, suele ser la cuna de «Los otros», y da yuyu.
c) Llevarte tu propia cuna de viaje.
Yeah!. Prefiero la cuna de viaje que yo he elegido y a la que le puedo dar más usos.
- Ir al pisito de la playa
Si tú o tu familia, tenéis un pisito en la playa, no lo dudes, éste es uno de los momentos de tu vida en los que le vas a dar más uso.
Ese pisito al que ya nunca querías ir, porque era un rollo ir siempre al mismo sitio, porque te molaban más los viajes a Tombuctú, los hoteles con encanto, las experiencias…, ahora se te aparece como lo que es: un remanso de paz al que puedes ir con tus bártulos y tu peque, con todas las comodidades del mundo (una cocina, un salón con tele, un balconcito para tomar el fresco mientras duerme…)
No te vas a comprar una cuna «normal» para el pisito de la playa, está claro, peeero, si que te puedes llevar tu cuna de viaje.
Va a ser que si, que la cuna de viaje es práctica después de todo…
- Como cuna «b» en tu propia casa.
¿Cómo?, ¿una cuna de viaje en casa?.
Pues si. Para aquellas personas que no viven en un piso, sino que tienen una casa con varias plantas, tener una cuna en la planta baja, donde generalmente pasas todo el día cuando el bebé es muy pequeñito, es una gran idea.
También lo puedes colocar en el capazo del cochecito de bebé, siempre que sea de buen tamaño y tenga un buen colchoncito, pero algo más amplio, como una cuna de viaje, es más cómodo.
Yo hice eso cuando tuve a mis mellizas y me resultó muy muy práctico.
- Como parque de juegos
Los parques de juegos si que duran poco. Y no digo que sean una mala idea, todo lo contrario, cuando los bebés gatean como rayos y disfrutan jugando sentados, tumbados…, no está mal poder dejarlos un momentito en un lugar seguro.
Te imaginarás que un bebé metido en un espacio tan reducido, por muchos muñequitos que tenga alrededor, no aguanta demasiado, quiere (y debe), «descubrir mundo» y quiere (y debe) tener tu atención y tu compañía, así que no es una compra muy práctica.
Peeero, si tenemos una cuna de viaje que, además, hace las funciones de parque, entonces ¡genial!, le damos un nuevo uso.
- Y si, para ir de viaje, también sirve para eso…
Aquí, sólo tienes que tener en cuenta que sea verdaderamente fácil de abrir y de guardar. Nada de encajar piezas, montar y desmontar. Opta por sistemas de un sólo movimiento (como la Sena de Nuna o la de Babybjörn)
En fin, si estáis en uno de estos casos (quizás estáis en varios, o en todos), la cuna de viaje es una buena compra (o un buen regalo).
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Ahora sólo tenéis que elegir bien, pero eso, se merece otro post…