Es la primera vez que escribo sobre estética.
Y es que, para ser honestas, nunca he dado demasiada importancia a la estética. En ese sentido soy un poco «dejada».
No quiere decir que no le preste atención. Es prácticamente imposible vivir en la sociedad actual e ignorar por completo la estética: sus cánones, su presión, sus necesidades creadas…
Por mi parte, intento tener una relación razonablemente sana con este tema, y eso, en mi caso incluye entender que mi cuerpo cambia y evoluciona con la edad y con las cosas que vivo (embarazos, operaciones médicas etc.), y llevarme bien con él.
Trato de cuidar mi cuerpo por salud, pero eso no quita que los beneficios estéticos (según el canon de belleza de la sociedad actual) que ese cuidado implica, me pongan contenta.
En cristiano: por ejemplo, voy a nadar con regularidad, porque el ejercicio físico es fundamental, porque así no me duele todo el cuerpecito y porque es estupendo para mi salud. Fruto de ese ejercicio, mi cuerpo se estiliza, los músculos se tonifican y pierdo ese «tocinillo» que a veces aparece donde menos lo deseas. Pues fenómeno oye.
A veces ocurre al revés: una comienza a realizar una actividad física con una motivación estética. Pues fenómeno también, porque al final, la gran beneficiada es tu salud.
Hoy me lanzo a escribir sobre estética, casi por casualidad, y hace un año incluso me ofrecí a recibir un tratamiento con la indiba en directo de manos de mi querida Felicidad Rodríguez Iriarte, esa fisioterapeuta divertida y deslenguada que dió una charla fantástica sobre posparto en la II Feria Little Granada (y que podéis/debéis ver aquí).
Felicidad llevó a las dos últimas Ferias Little Granada su última adquisición: una máquina a-lu-ci-nan-te llamada Indiba.
Indiba es un aparatito que trabaja con radiofrecuencia y que fué desarrollada para aplicaciones médicas: permite una aceleración de los procesos naturales de recuperación del cuerpo humano, alivando el dolor desde la primera sesión. Se utiliza para tratar problemas de suelo pélvico, artrosis, periatritis, lumbalgia, dorsalgia, cervicalgia, esquinces, fracturas, lesiones musculares, teniditis…
Sin embargo, casualidades de la ciencia, resulta que el cacharro tiene interesantísimas aplicaciones estéticas que tienen resultados alucinantes con la remodelación corporal (en glúteos, senos y abdomen), la reafirmación (flacidez cutánea y lifting), la celulitis y la pre y post-cirugía.
Las aplicaciones estéticas son muy diversas, pero aquí, a muchas nos interesa una especialmente: es la que se aplica en el abdomen, como parte del tratamiento posparto de la diástasis abdominal (la temida barriguita posparto).
Como podréis imaginar, el aparato cuesta una pasta. Eso quiere decir que Feli ha realizado una importante inversión para poder incorporarlo a su oferta de tratamientos.
Y por eso, la llevó a la II y la III Feria Little Granada: para realizar allí tratamientos en directo y mostraros lo que molan sus resultados.
Me propuso que probara en «mis carnes» los efectos del tratamiento estético con Indiba, y que…¡lo retransmitiéramos en directo a través de facebook!. Y lo hicimos. Afortunadamente aún no controlaba mucho eso de los vídeos en directo y no queda testimonio guardado de mi barriguita al aire…
Una vez superado el pánico al video, al directo e incluso a probar un tratamiento estético (ya os digo que para eso soy muy «osa»), os diré que la experiencia resultó estupenda.
La verdad es que lo que me hizo decidirme es el carácter no invasivo del tratamiento. Le tengo pánico a las agujas y similares, y no hubiera sido de capaz de un tratamiento de este tipo. Sin embargo, la Indiba utiliza la radiofrecuencia, que tú percibes como un calorcito muy agradable, que te aplican a la vez que te masajean la zona sobre la que se trabaja.
Me dió a elegir entre «cara, barriga o culo».
Bueno, el culo descartado, que yo por las empresas Little Granada «ma-to», pero no enseño el culete, ni on line ni en diferido…
Elegí cara, pero Feli, dándome un chute inesperado de motivación, lo descartó: dice que estoy estupenda, que tengo un colágeno de muy buena calidad y que no necesito hacerme nada «on the face». Tomayá, tomayá, tomayá.
Quedaba la barriguita…Y ahí si que hay tema señoras. Por varios motivos:
De un lado, el embarazo gemelar consiguió que mi barriga adquiriera dimensiones «planetarias». Y no exagero, casi puedo afirmar que tenía gravedad propia, como un planeta…Por supuesto, la piel cedió, y aunque luego la barriga planetaria desapareció…dejó un abdomen poco tonificado. Fofillo vamos. Ella, que es muy profesional, habla de flacidez cutánea…
A nivel muscular la cosa está bien, porque para eso hice la recuperación posparto con una fisioterapeuta (el dinero mejor invertido de mi vida), pero a nivel estético se podía mejorar. La verdad es que nunca me lo había planteado, sobre todo porque no pensaba que tuviera «solución».
Y como Feli todo lo mira, y todo lo toca, también encontró por ahí una cicatriz feúcha que me dejó una laparoscopia. En esa operación te hacen tres rajitas; dos de ellas quedaron perfectísimas, no se notan, pero la tercera…debió ser la que cosió la médico residente de primer año 😉 Muy mal. Metida hacia dentro con pliegue muy feo.
Puedo vivir con ella (llevo haciéndolo 11 años); total, recuerdo de un susto que al final quedó en una sencilla apendicitis, pero bonita no es, desde luego (y se ve con el biquini) y si se puede mejorar un poco…
Sobre los resultados, os puedo contar lo que yo percibí: la piel de la barriga se va tersando. Es como si metieras una pasa arrugada en agua, se infla y queda lisita. También la noto más tonificada, más firme. La cicatriz está menos «metida» hacia dentro, es decir, hay menos pliegue.
Eso si, el tocinillo no lo quita, para eso hay que comer bien y con moderación y hacer ejercicio físico señoras, no hay más.
¿Recomendaría el tratamiento con la Indiba?. Pues si, creo que se consiguen buenos resultados. No es barato, es cierto, así que conviene pensarlo y, sobre todo, aprovechar los bonos y descuentos que te ofrece la clínica.
Os dejo por aquí su tlf por si os apetece contactar con ella y solicitar información directamente: 958 10 85 48.
Si la zona de Plaza de toros os queda cerquita, también os podéis pasar directamente por allí: Calle Concepción Arenal nº3.
Ya me contaréis….