Seguramente en muchas de vuestras familias tenéis la suerte de contar con un miembro perruno, fiel amigo de cuatro patas con quien disfrutáis también de vuestras excursiones en espacios naturales.
En nuestro caso se llama Diva (porque es muy divina ella): fiel compañera, alegre, bien educada, noble y cariñosa, nuestra pequeña Diva fue rescatada de la calle por mi hermana Marta, gracias al trabajo de una de las muchas asociaciones que se dedican a tan noble tarea: Huellas Accitanas. Esta maravillosa asociación está en Guadix pero podéis visitar su instagram (@huellasaccitanas) o encontrarlos en Facebook, ya sea para ampliar vuestra familia dándole una oportunidad a un peludo o para ayudar de otras formas: podéis ser casa de acogida, voluntarios…cualquier tipo de ayuda supone salvar vidas de cuatro patas.
Diva nos acompaña en todas y cada una de nuestras incursiones en los más hermosos espacios naturales de Granada y, como su dueña, Marta Salvador, es ambientóloga, prestamos especial atención a qué tanto nuestro paso como el suyo por los espacios protegidos, sea lo más respetuoso posible.
Como amantes de los animales y dueños de uno, somos conscientes de que somos responsables tanto de su bienestar como de sus actos, por eso tenemos muy claro que si vamos a disfrutar de una buena ruta en compañía de nuestra amiga peluda ¡existen unas obligaciones y responsabilidades que tener en cuenta!
Tabla de contenidos
¿Podemos disfrutar con nuestro perro de los espacios naturales protegidos?
Rotundamente sí, pero con cabeza.
Cuando tienes un amigo de cuatro patas (y siempre) estás obligado a conocer las normas que protegen el derecho de todas las personas de disfrutar de la naturaleza, y tener muy claro que tú también debes protegerla y cuidarla.
Me encantaría deciros que cuando hacemos una ruta por un espacio natural protegido podemos caminar con nuestro perro suelto y libre, pero como juego el comodín de la ambientóloga, estoy obligada a deciros que no es así.
Por muy bien educado que nuestro perrete esté, por bueno y pacífico que sea… no podemos dejar que nuestro fiel compañero ande suelto ¡por muchos motivos!
¿Por qué los perros no deben ir sueltos en espacios naturales protegidos?
Cuando visitamos un espacio natural protegido, debemos tener en cuenta que posee unos valores naturales y un equilibrio de su ecosistema que le hace merecedor de una especial protección, y un perro, si no observamos unas normas básicas, puede alterarlo seriamente.
Sí, justo lo que estás pensando, igual que un ser humano si no hace un uso responsable y respetuoso de dicho espacio, pero hoy hablamos de peludos…
¿Qué normas existen sobre los perros en espacios naturales protegidos?
Sin entrar en profundidades legales que pueden marear a quienes no están habituados a los temas jurídicos, y dejando de lado las normas sobre perros contempladas en la Ley de Caza (porque aquí estamos hablando de pasear), conviene saber que todos los espacios naturales protegidos cuentan con una normativa y unas recomendaciones de uso y disfrute en las que se contempla perfectamente cómo debes comportarte con tu perro en ellos.
El Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada, por ejemplo, cuenta con una Guía de comportamiento responsable en la que se describen perfectamente todos nuestros deberes cuando los visitamos con una mascota, y en la que nos basaremos para hablar sobre las conductas apropiadas.
«La alta montaña es un ambiente frágil, vulnerable y sensible a los impactos. Sé consciente en todo momento de la repercusión de tus actos»
Guía de comportamiento responsable en el Parque Nacional y Parque Natural de Sierra Nevada.
Protección de la fauna: deja a los animales tranquilos
Nuestro perro debe ir siempre controlado, y aunque esté muy bien educado y responda a nuestras órdenes, la realidad es que el control efectivo de nuestra mascota implica que vaya sujeto con correa.
De esta forma no molestará a la fauna silvestre, animales de granja o incluso a otras personas.
Ya sabemos que nuestros perros son animales curiosos y, por ejemplo, no dudarán en acercarse a un nido en cuanto lo olisqueen. Ese simple gesto puede hacer que las aves que anidan en el suelo abandonen su nido ante la amenaza de un perro.
Otro ejemplo práctico: nuestro perro puede alarmar a los animales de granja que encontremos a lo largo de la ruta, pudiendo generar situaciones peligrosas para ellos, o incluso para nosotros.
¿Sigo?, imagínate que nuestro perro se acerca a una madre y sus crías…, probablemente la madre las defenderá si percibe una situación de peligro…
Para que te hagas una idea, te dejo una noticia reciente: en el verano de 2021 varios rebaños de vacas han embestido en Ordesa a visitantes con perros, mascotas que ante la presencia de terneros eran consideradas una amenaza directa por sus madres. No se han registrado ataques a visitantes sin perros y los dueños de los rebaños estaban cumpliendo estrictamente la legislación de ese parque nacional.
Protección de la flora: no tocar
Algo similar ocurre cuando hablamos de la flora.
Al escarbar, mordisquear…, nuestro perro puede causar graves daños a la flora local. Hablamos en muchas ocasiones de especies en peligro de extinción o importantes endemismos que son los responsables de la especial protección del espacio que recorremos.
Respeto a otras personas
Llevar a un perro suelto puede resultar molesto o incluso peligroso para otras personas. Pensemos por ejemplo en un ciclista en un sendero estrecho al que se le acerca repentinamente un perro … Fácilmente puede asustarse y tener un accidente.
Recordad que compartimos el espacio natural con otros visitantes, senderistas, ciclistas etc. como nosotros que podrían no sentirse cómodos si nuestro perro se les acerca sin control.
Si vas a pernoctar en un refugio
Asegúrate de que la entrada con perros está permitida en el refugio.
En el Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada, por ejemplo, no es posible hacerlo, así que tendréis que estar preparados para pernoctar acampando al aire libre en las zonas permitidas.
Cómo cuidar de tu perro al realizar una ruta de senderismo
Amamos a nuestros perretes, somos responsables de su bienestar, y por eso debemos tener algunas cuestiones en cuenta cuando salimos de ruta con ellos.
Ten en cuenta la forma física del perro
¿Verdad que no todo el mundo es capaz de realizar cualquier ruta? pues con tu perro ocurre igual. Por eso, cuando elijas un trazado, piensa si tu amigo canino tiene la forma física adecuada para realizarlo.
Utiliza correas cómodas
Ahora ya sabemos que cuando estamos en un espacio natural protegido debemos llevar a nuestro perro sujeto con correa, pero ¿cuáles son las más cómodas para realizar una actividad de senderismo?
Cómodas para nosotros ¡pero también para nuestros compañeros de cuatro patas!
Salir de senderismo, al igual que salir de paseo, debe ser sinónimo de salir a disfrutar. Una correa adecuada nos ayudará a crear un vínculo cómodo y seguro con nuestro compañero a la vez que nos evitará situaciones desagradables y tirones peligrosos.
Siento comunicaros que no puedo decir: ésta correa es la mejor; porque no existe una correa universal que sea la mejor para nuestros perretes. No hay un perro igual a otro, y la misma correa no es válida para todos. El simple hecho de que nuestro perro crece nos hace ver que no podemos tener la misma correa siempre.
Solo puedo deciros que debéis tener en cuenta, por un lado el tamaño de vuestro compañero: altura, peso…; por otro lado cómo se comporta vuestra mascota: no es lo mismo que tu peludo sea obediente, tranquilo y dócil a que sea un escapista nato y un puro nervio; también deberás tener en cuenta el uso que vas a darle a la correa: si es un simple paseo por la ciudad, una ruta de senderismo o para adiestrarlo. En el diseño no nos metemos porque para gustos…colores.
Lleva siempre agua ¡y la forma de dársela!
Sabemos que es fundamental llevar agua suficiente cuando salimos de ruta, así que en tus cálculos ¡no te olvides de tu perro!
Ten en cuenta los puntos de agua potable que hay a lo largo de la ruta, o lleva agua también para tu perro.
Existen utensilios muy prácticos (y económicos) en el mercado con los que podremos dar de beber cómodamente a nuestro perro durante el camino, evitando posibles e innecesarios episodios de deshidratación.
Y si la ruta es muy larga, no olvides también llevar comida contigo.
¿Qué hacer con los excrementos?
Los dueños de los perros deben recoger siempre sus heces, sin ninguna excepción.
Y no, los excrementos de los perros no son abono. Como indican desde Ecoembes «El alimento que consume cada animal es lo que marca la diferencia entre sus excrementos. Los perros son animales básicamente carnívoros, cuyas heces portan ciertos microorganismos que las alejan de ser abono para el campo o las plantas».
Dejar los excrementos de cualquier manera puede resultar peligroso para el medio ambiente (sus heces pueden ser un vector de transmisión de enfermedades) y desde luego, da mala imagen… ¿has oído eso de «basura llama basura»?
La biodegradación es lenta y los restos o basura, aunque sean orgánicos, estropean el paisaje y ejercen un «efecto llamada» en otras personas, que se ven animadas a dejar también los suyos.
Recuerda: tu perro no lleva botas
Cualquier senderista sabe bien que un buen calzado es fundamental a la hora de realizar una actividad en la montaña.
Bien, nuestros perros no llevan botas (no las necesitan), pero debes tener en cuenta que si vas a caminar por superficies muy calientes o muy frías, podrías dañar sus almohadillas…
Cortes y rozaduras suelen ser muy frecuentes, así que no está de mal llevar un pequeño botiquín de emergencia (como hacemos para nosotros).
Identificación
Por supuesto, nuestro perro debe ir siempre correctamente identificado. Imagina que por accidente se suelta y se pierde…
Damos por supuesto que todo el mundo cumple con la normativa y el perro lleva microchip, pero una placa con su nombre y tu número de teléfono nunca está de más, y puede poner fin rápidamente a situaciones muy angustiosas.
Desparasitación
Es fundamental que el perro esté al día en lo que respecta a su vacunación y desparasitación. Tened en cuenta que puede encontrarse con otros animales o incluso con perros salvajes que no cuentan con estas medidas de higiene y seguridad.
Revísalo bien cuando vuelvas
Al llegar a casa… ¡toca una revisión completa!
Orejas, patas, pelo… ¿sabes lo doloroso que puede resultar para un perro una simple espiga clavada? De esta forma también evitaremos a esas grandes enemigas, las garrapatas.
En resumen
Desde hace un tiempo, la presencia de visitantes con perro en espacios naturales protegidos se ha multiplicado exponencialmente.
Cada vez son más las personas que disfrutan de la vida con una mascota y desean que les acompañe también en sus salidas a la naturaleza.
Sin embargo, no siempre se hace un uso responsable y respetuoso de los espacios naturales protegidos cuando se visitan con perros, de ahí que los incidentes se multipliquen.
Tenemos en nuestra mano formar parte de la solución, y no del problema, respetando unas normas básicas de compartamiento, dando ejemplo y recordando que somos responsables de los actos de nuestro perro, así como de su bienestar.
¡Nos vemos de ruta con nuestros perretes!
