No todas las rutas tienen que ser largas o exigir una preparación física nivel «Iroman».
Hoy os propongo una ruta de unos 4km aproximadamente, llanita, accesible, de sol y sombra y con mucho encanto: la ruta del Nacimiento del Río Darro en Huétor Santillán.
Este recorrido es ideal para aquellas familias con niños y niñas muy pequeñitos que desean iniciarse en el mundo del senderismo o, sencillamente, para quienes deseen salir de la ciudad para disfrutar de la naturaleza siguiendo una ruta sin complicaciones.
Además, tiene la gran ventaja de ser accesible ¡también para carritos de bebé!
Al tratarse de una ruta cortita, se puede completar con otras experiencias en la zona, como la visita a la quesería ecológica La Vieja Buchaca, un paseo por el pueblo, o una deliciosa comida en alguno de los restaurantes del Municipio. Podéis ver todas estas opciones en el post que dedicamos al turismo familiar en Huétor Santillán.
Tabla de contenidos
Cómo llegar al inicio de la ruta del nacimiento del río Darro en Huétor Santillán
El Nacimiento del Río Darro se encuentra en Huétor Santillán y llegar al inicio de esta ruta es realmente fácil.
Podéis ir en coche hasta cruzar por debajo del puente de la A-92 y tras pasar el puente detrás del polideportivo, encontraréis una zona donde aparcarlo sin más complicación.
Nosotras dejamos el coche bajo el puente para aprovechar la sombra y comenzamos a caminar desde ese punto.
Veréis un camino sin asfaltar. Debéis seguirlo hasta llegar al depósito de aguas del pueblo donde hay un aparcamiento también (al sol, eso sí)
Características generales de la ruta
El sendero discurre paralelo a la acequia y os lleva directo a nuestra meta: el Nacimiento del Río Darro.
Sin ninguna pérdida ya que la ruta es lineal y está bien señalizada y delimitada. Aunque ya sabéis, como siempre, os dejamos enlace al trazado en Wikiloc, que incluye el recorrido, fotos y algunos puntos de interés.
Se trata de un sendero muy accesible con una pendiente casi inexistente y apto para carritos o sillas de ruedas ya que es lo suficientemente ancho para permitir su paso y no tiene obstáculos (con la excepción de una cadena que prohíbe el paso a vehículos, pero que se puede salvar por un lateral)
Eso sí, al llegar al nacimiento propiamente dicho, hay que tener en cuenta que los alrededores están húmedos y por consiguiente un poco embarrados.
Peques que no estén acostumbrados a andar o aún sean demasiado pequeños pueden disfrutar de este paseo, ya que es amplio, llanete y seguro.
Es más, en las zonas con «peligro», se han dispuesto barandas de madera para mayor seguridad.
Se trata de un camino muy frecuentado por corredores, ciclistas, familias con peques y senderistas con mascota y, a partir de él, se pueden realizar otros recorridos de mayor longitud.
La vegetación en la ruta del nacimiento del río Darro
Mientras hacéis este clásico paseo por la Sierra de Huétor, si vais en otoño o invierno veréis un bosque de galería de libro con sus colores rojos y anaranjados, ocres que destacan sobre el color grisáceo de las rocas kársticas que predominan en este lugar, al igual que el verde intenso de los pinos y los musgos que pueden observarse en las umbrías.
¡Una auténtica maravilla en cualquier época del año!
Si vais bien entrado el invierno, estos colores se tornarán rojizos en hojas y frutos que abundan en todo el trayecto.
La vegetación autóctona es buen ejemplo de un característico bosque mediterráneo: matorral bajo y especies aromáticas como tomillo y romero es la vegetación predominante, junto a algunas pequeñas encinas y coscojas, entre otras especies.
Si os llama el mundo de la botánica y queréis acercarlo a vuestros peques, os recomiendo encarecidamente la lectura del post que dedicamos a las mejores Apps para aprendices de botánicos. En él hacemos un repaso a varias apps que son una auténtica maravilla ¡y perfectas para nuestros pequeños nativos digitales!
Como aliciente, esta ruta cuenta con un plus de entretenimiento que convierte el paseo en una auténtica búsqueda del tesoro… en forma de caras talladas en la roca.
Caras talladas en la roca
Durante este paseo, en algunos tramos, puede que sintáis que estáis siendo observados desde estas rocas… y si prestáis mucha atención a la pared que queda a vuestra derecha a la ida, seguro que las encontráis.
Es necesario estar muy atentos, ya que pasan fácilmente desapercibidas a primera vista si no conoces dónde se ubican.
Alguien (anónimo), talló estas caras en las rocas grisáceas, mostrando distintos estados de ánimo.
Localizar una y buscar la siguiente se convertirá en una auténtica competición si vais con peques.
En ocasiones están junto al camino, pero en otros casos se encuentran un poco más escondidas, a cierta altura, por lo que habrá que trepar por la ladera.
Son de diferentes tamaños, pero ninguna demasiado grande y, al estar tan bien camufladas, localizarlas no es tarea sencilla… ¡Os dejamos un par de ellas señalizadas en la ruta de Wikiloc!
Nosotras conseguimos identificar hasta tres, pero realmente no sabemos si hay más… ¡todo es buscar!
El nacimiento del río Darro
Al final del paseo os espera el objetivo de esta ruta: el paraje conocido como el Nacimiento del Río Darro.
No hay pérdida, primero por la facilidad de la ruta y, segundo, por el cartel informativo que encontraréis en la zona que indica el lugar y lo interpreta.
No esperéis encontrar un gran caño de agua bajando entre rocas: este manantial brota del interior de la tierra (el río tiene una trayectoria subterránea y otra a la vista) y de hecho, si os acercáis, veréis como de vez en cuando afloran burbujitas, señal del agua brotando de la tierra.
Esta surgencia hace que la arena de alrededor se mueva continuamente.
Alrededor de las rocas podréis observar musgos y plantas acuáticas.
Conforme el río avanza, experimenta sus primeros saltos de agua entre las rocas.
El río Darro es sin lugar a dudas uno de los Ríos más conocidos e importantes de Granada y, pese a que esta zona es conocida como «el Nacimiento», lo cierto es que nace bastante más arriba, incluso algo más arriba del nacimiento «oficial» en la Fuente de la Teja.
El legendario río de oro empapa las sierras de Beas, el valle de Valparaíso y abastece de agua a la Acequia Real de la Alhambra y sus jardines, todo ello antes de unirse a nuestro bien conocido río Genil.
Su nombre se relaciona con el oro por la existencia, tiempo atrás, de oro en su cauce.
No siempre se ha llamado Darro, sino que su nombre ha ido variando a lo largo del tiempo: primero la civilización romana lo llamó Dauro (que deriva de Dat Aurum, porque daba oro).
Más tarde, los musulmanes lo bautizaron como Hadarro y por último, los cristianos, tras la reconquista, variaron de nuevo el nombre el nombre con el topónimo romano Darro.
Curioso es que para nosotros los granadinos/as, darro es sinónimo de los conductos de aguas fecales. ¿El motivo ?en la época nazarí la acequia de ese nombre se usaba con ese fin…
La zona en torno al nacimiento, pese a carecer de mesas o bancos como en otros lugares, es perfecta para descansar o pararse a picotera algo, incluso en los días calurosos de verano o primavera.
Está provista de buena sombra, es fresquita gracias al nacimiento del río y tiene espacio suficiente como para que los peques jueguen.
Eso sí, recordad, no dejéis rastro de vuestro paso en este lugar (ni en ningún otro espacio natural). Ni siquiera restos orgánicos.
Hemos estado varias veces y es frecuente observar cáscaras de naranjas, manzanas… Os recuerdo que los restos de comida son también basuraleza y pueden tener consecuencias muy negativas en los ecosistemas, además de que resultan un auténtico «imán» para más basura.
¡Nos vemos junto al nacimiento del río Darro!