Si hay algo que tengo claro, es que tengo que ir a ver exposiciones con mis hijas.
Si o si. Tenemos una responsabilidad en la educación de nuestras criaturitas, y ésta comprende también la cultura.
Lo que quiero plantear es que ir a exposiciones y museos con nuestra familia es casi una cuestión de «militancia» cultural.
Un ejercicio que, además de grato, tendrá resultados a largo plazo, en forma de personas adultas con mentes abiertas, inquietas, curiosas, capaces de disfrutar apreciando otros mundos, otras fantasías, otros tiempos, otras culturas.
Así las cosas, cuanto antes comencemos el «entrenamiento» cultural, mejor que mejor. La idea es normalizar, integrar este tipo de experiencias en su cotidianidad.Se trata de conseguir que ir una vez por semana a la biblioteca o disfrutar de una tarde en familia visitando una exposición, sea tan normal como ir al cine, a un «parque de bolas» o saltar en un castillo hinchable.
Por eso, cuando a tu ciudad llega una exposición tan atractiva para todos los públicos como la de «Empieza el espectáculo: George Méliès, y el cine de 1900», no puedes perder la oportunidad 😉
Se trata de una iniciativa de la Obra social La Caixa, y se encuentra en una carpa situada en junto a la fuente de las Granadas (frente a la Biblioteca del Paseo del Salón).
El acceso es gratuito y puede visitarse de lunes a viernes de 12:30 a 14:00 y de 17:00 a 19:00. Sábados y domingos las visitas pueden comenzar a las 11:00.
Pero ojo, hay que visitarla justo a las 19:00. A esa hora es la visita guiada y os puedo asegurar que merece muchísimo la pena. La guía se lo curra muchísimo y le pone interés y pasión a una charla no exenta de cierta teatralidad.
Pero, ¿cómo no añadir teatralidad al recorrido por la vida y la obra de George Méliès?. El ilusionista, el mago, el magnífico artista que forjó un extraordinario universo gracias al cinematógrafo.
Carteles y proyecciones nos guían por la vida de este hombre de desbordante creatividad, inconformista e inquieto, que se negó a continuar con el negocio familiar del calzado para dedicarse al ilusionismo.
Me fascina este retrato de Méliès, porque en su mirada se aprecia la inteligencia y la pasión de este inconformista, trabajador infatigable y auténtico genio.
Méliès compró el teatro Houdin (al que conoció en persona), donde ejercía con éxito como prestidigitador, cuando fué invitado por los hermanos Lumière a la presentación de su invento. El ilusionista, maravillado, quiso comprarlo de inmediato, pero los hermanos se negaron. Pensaban que su invento no tenían ningún futuro económico…
Sin embargo, Méliès se hizo con un aparato similar desarrollado por otro inventor, y, hombre habilidoso como era, lo mejoró y perfeccionó.
Combinada su pasión por la magia y el espectáculo, no es de extrañar que Méliès fuese un pionero también en la utilización de los efectos especiales.
Diversas proyecciones que permiten disfrutar de joyas como el «Viaje a la luna» jalonan la vista, ilustrando las explicaciones de la guía.
Imposible no sentirse cautivada por la azarosa vida de este hombre, que construyó un estudio legendario, en el que inventó técnicas como la sustitución, la sobreimpresión o el coloreado a mano.
Incluso fue víctima de plagio, ni más ni menos que por parte de Thomas Alva Edison, que consiguió copiar y distribuir el «Viaje a la luna» en Estados Unidos con su nombre. Chungo el inventor de la bombillita ¿verdad?.
Trabajador infatigable, auténtico emprendedor, no pudo evitar la ruina económica. Subsistió míseramente trabajando catorce horas diarias gracias a su segunda mujer, Jeanne D´Alcy, que heredó una pequeña tienda de juguetes en la estación de Montparnasse.
El azar quiso que allí tuviera un encuentro casual con Léon Druhot, director de Ciné-Journal, que lo rescató del olvido y consiguió poner su figura en el lugar que le correspondía.
Así que si, la historia termina bien, y Méliès recibe la Legión de Honor, siendo adorado por la vanguardia cinematográfica francesa y, desde entonces, reconocido por el mundo entero como «creador del espectáculo cinematográfico».
No os destripo más de la exposición, porque realmente merece la pena: estupendo montaje, muy retro, muy teatral, muy Méliès 🙂
Los coles también pueden realizar visitas en grupo, basta con llamar al 902 906 666.
Y si os habéis quedado fascinados por Méliès y su universo, podéis formar parte de él, gracias a «Participa Méliès», el concurso de video en el que podéis participar de modo individual o con el cole.
¡Venga!, a hacer músculo cultural familias 😉