Hay corazones tan grandes que se desbordan.
Algunos se desbordan en forma de versos, otros en forma de ayuda desinteresada a los demás, y otros tantos, muy pocos, de ambas maneras.
El corazón de Javier Gilabert, autor de PoeAmario pertenece a esta última categoría.
Javier es maestro de educación primaria, pero hoy no vamos a hablar de su trabajo, porque entonces quedaría muy poquito espacio para hablar de su corazón, que se ha plasmado en un hermoso libro de poemas, y en el destino que se da a los beneficios obtenidos con las ventas de ese libro.
Baste decir que Javier es uno de esos maestros que marcan la diferencia. De esos que cuando le tocan a tu hijo/a, no puedes sino bailar el aserejé, la Macarena y hacer el Moonwalk, todo junto. De los que nunca se presentarán a un concurso para ser elegido mejor profe de España, de los que tus hijos/as recordarán toda su vida.
Además de temperamento «pedagógico», en Gilabert hay un temperamento artístico que se manifiesta de distintas formas. Hasta la fecha (y hasta donde yo tengo noticia), como guitarrista en un grupo rock.
Y hoy, se manifiesta espléndidamente en forma de versos; nada más y nada menos que en poemas de amor, o poemas con el amor como fondo.
Sin embargo, lo que hace grande la historia de este nuevo y recién estrenado poeta granadino no es únicamente la calidad de sus versos, sino su calidad humana.
Por cada libro vendido, Javier gana exactamente cero euros.
El beneficio, íntegro, de PoeAmario es para el Fondo solidario avemariano, que trabaja con los niños y niñas más desfavorecidos de las Escuelas del Ave María.
Contextualizando un poquito, me permito reivindicar la figura y el trabajo de Andrés Manjón, fundador de las Escuelas del Ave María, y explicaros un poco cómo surge este proyecto pedagógico.
Las Escuelas del Ave María no nacen para educar a las clases altas, perpetuando una educación elitista en un país en el que la mitad de la población, a finales del s. XIX, era analfabeta.
Las Escuelas del Ave María nacen gracias a la voluntad de Andrés Manjón, sacerdote, jurista, catedrático universitario y pedagogo, por llevar la cultura a los sectores más desfavorecidos de nuestra sociedad. Las Escuelas del Ave María están consideradas como una experiencia pionera de la Escuela Nueva, que se anticipó a las primeras Escuelas al Aire Libre y cuyo modelo se extendió rápidamente por España y otros países.
Hoy, trabajando en este proyecto, encontramos maestros/as y profesores/as con fuertes convicciones humanistas y solidarias, que dedican sus esfuerzos y su escasísimo tiempo libre a una importante labor.
Cada uno lo hace como puede, o como le nace, y a Javier Gilabert le nacieron versos.
Nada más y nada menos que versos de amor.
Yo no soy crítica literaria, así que os evito el trago de leer una especie de «postureo» pseudocultureta por mi parte. Únicamente diré que a mi me gustan.
Resulta que las cosas que se hacen con corazón, suelen generar un buen rollo importante, una especie de cadena filantrópica o de «buen rollito universal», como queráis llamarlo, que consigue que otras personas de corazón sensible y grande se impliquen en estas movidas.
Y eso es justo lo que está pasando con PoeAmario.
De repente un día llega a tus redes sociales un video de Eskorzo recomendando el libro. Y otro, alucinas con la siempre divina Vinila Von Bismark cantando para que lo compres.
PoeAmario se puede comprar en un montón de sitios, diversos y variopintos, como las personas a las que consigue involucrar en esta historia.
Para que os hagáis una idea, yo lo compré en mi peluquería, Underground, en el Barrio de la Magdalena claro, que resulta que es la misma en la que Gilabert cuida su barba desde hace años. Que pequeña es Granada 😉
También está ya en una de las empresas Littlegranada, Porteo Feliz (en su tienda física y en la on line), y me encantaría verlo en breve en algunas más…;) ahí lo dejo amigos y amigas de Littlegranada, a ver quién se retrata primero 😉 …
Lo tienen en una de mis tiendas de regalos favorita, Suburbia regalos, porque Eva, de corazón, va «sobrá».
Y en la librería Babelia, y en el Corte Inglés, y en muchos sitios más.
Otros corazones grandes, como el de Anna Duddé, la doña de la serigrafía artesana, ponen sus manos maravillosas a trabajar, dando aún más valor a este auténtico libro de culto.
No hay establecimiento chulo o personaje público relevante, que no esté haciéndose una foto con su ejemplar de PoeAmario, y así lo véis cruzar la geografía, las diferentes y diversas formas de sentir que cohabitan en Granada, desde el restaurante El Peñón en Salobreña, hasta El Perro Andaluz en la capital. Se hacen fotos cantantes, estrellas de la tele como el ganador de Masterchef o grandes Maestros de la música como José Ignacio Lapido.
Yo te aviso, para que luego no me digas nada, de que si te cruzas con su autor, te coloca un ejemplar fijo, porque el tipo no pierde la oportunidad de sumar (no sólo fondos, también corazones) para el proyecto. Cómo te diría yo, si vendiera lotería en vez de libros de poesía estaría ahora forrado, fijo.
Ahora en serio, Javier Gilabert no para, y hace prensentaciones, charlas y lecturas donde puede, siempre que puede. Igual lo ves en el Ayuntamiento de Granada o del Churriana, modo «autoridades on», que en El Corte Inglés o en la librería de tu barrio.
Y si te preguntas si estaría interesado en vender su libro en tu establecimiento (sea el que sea), ya te digo yo que si, así que no tienes más que contactar con él a través de sus redes sociales (y ya de camino le das un like), su página de facebook o su perfil de instagram.
Así que amigos, amigas, si hace tiempo que no leéis poesía, este es el momento idóneo para ponerle remedio.
Porque leer el primer libro de un nuevo poeta ya es de por si una declaración de principios, y porque en este caso, nos sobran los motivos.
Gracias Javier Gilabert,
De Corazón…