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El cólico del lactante: qué es y cómo tratarlo

Es decir «cólico del lactante» y ver cómo madres y padres primerizos se ponen a temblar. A los experimentados/as, si ya saben de qué va la cosa, directamente les entran sudores fríos.

Y no es para menos, porque el archiconocido y temido Cólico del lactante es una de las cosas más desesperantes a las que se pueden enfrentar un bebé y su familia.

A mi me tocó sufrirlo con una de las mellizas. Si llegan a padecerlo las dos…, no quiero ni imaginar el grado de deseperación al que hubiéramos llegado mi marido y yo.

La cuestión es que el famoso trastorno ha terminado por convertirse en una especie de saco roto en el que se meten todos aquellos males que aquejan a bebés recién nacidos y que tienen un diagnóstico poco claro.

Afortunadamente, cada vez se avanza más en el conocimiento del cólico del lactante y, lo que es más importante aún, en su tratamiento y alivio.

En ello juegan un papel importantísimo las fisioterapeutas especializadas, como Cristina Muñoz, de Clínica Salus, que ayudan a romper mitos, estereotipos y lugares comunes, encendiendo la siempre potente lámpara de la ciencia para ayudar a nuestros pequeños.

tratamiento cólico del lactante

Por ello, porque Cristina es una experta profesional en este campo y porque escribe para divulgar a las mil maravillas, he vuelto a pedirle que sea «bloguera invitada» otra vez.

Como ya hizo con su anterior post dedicado a la diástasis abdominal (esa temida barriga posparto), que acumula ya más de 5000 visitas, nos ha regalado un texto de obligada lectura, que estoy segura de que ayudará a muchas familias.

Si queréis contactar con ella «cuerpo a cuerpo», no tenéis más que acudir a su clínica de C/ Primavera nº24, llamarla al 958125548 o escribir al info@clinica-salus.com

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Así que no me enrollo más, y os dejo con esta lady, fisioterapeuta, bimadre y bloguera, de exquisita sensibilidad.Beatriz Muñoz Como el talento suele ser cosa de familia, sus palabras están acompañadas por las estupendas fotos de su hermana, , ¡gracias Muñoz sisters!.

Uno de los problemas más comunes por los que acuden los papás y mamás con sus bebés recién nacidos a nuestra consulta es por los conocidos CÓLICIS DEL LACTANTE.

La Asociación Española de Pediatría lo define como: “cuadro de llantos prolongados, normalmente inconsolables, que tienen un inicio alrededor de la segunda semana de vida, que se repiten a diario o casi, y que pueden persistir hasta el cuarto mes”.

síntomas del cólico del lactante

El llanto se acompaña de nerviosismo, agitación, movimientos de flexión de las piernas sobre el abdomen, distensión abdominal (barriguita muy hinchada y tensa), gases…

Y esto ¿Por qué pasa?

En realidad no se sabe a ciencia cierta una “única“ causa. Incluso hay quien dice que el cólico del lactante no existe, pero se sigue diagnosticando, en ocasiones de forma correcta y otras ponen la etiqueta a esos bebés que tienen llanto “excesivo” pero en realidad no se trata de cólicos…

Podemos decir que hay muchos factores que se suman y provocan las crisis: causas fisiológicas, orgánicas y conductuales. Es por esto que no hay consenso en un tratamiento “definitivo”.

Los últimos estudios afirman que el origen puede ser la inmadurez del sistema digestivo y nervioso. Pero también hay que tener en cuenta otros factores que predisponen su aparición como por ejemplo el tipo de lactancia (materna, artificial, mixta), una mala ergonomía materno-infantil a la hora de alimentarle, intolerancia a la lactosa, problemas de cierre del píloro…

posturas para calmar el cólico del lactante

Si bien es cierto que suelen remitir sin realizar ningún tipo de intervención a partir del cuarto mes, hay que destacar que hay medios para ayudar a mejorar y aliviar a los peques. Desde la fisioterapia podemos disminuir las crisis y damos herramientas a los papás para que puedan prevenir su aparición o a afrontar estos momentos en casa si es que ya está diagnosticado.

Fijaros en el siguiente dato. Hay una publicación en la que se preguntaba a los papás sobre este tema. Para un 80% de los padres su bebé tenía un llanto excesivo, clasificándolo como cólico del lactante.

¿En serio? ¿tantos bebés con cólicos?

Tras estudiar estos casos sólo el 16% de ellos eran cólico del lactante… Disminuye y bastante el número, ¿verdad? Así que no todos los llantos son cólicos, de aquí la importancia de una buena exploración y valoración por parte del personal sanitario formado en este campo.

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Es por esto que lo ideal es que no “auto diagnostiquemos”. Ni nosotros los papás, ni la vecina, ni la amiga, … En consulta nos encontramos muchas veces que los papás desesperados han intentado muchísimas cosas para eliminar lo que ello han considerado como cólico: eliminar ciertos alimentos de la dieta de la mamá, homeopatía, bañera anticólico, vitaminas, probióticos, aplicación de masaje que se ha visto por internet… Y en la mayoría de los casos no termina de mejorar. Quizás porque no se trataban de cólicos, o porque se hace tantas cosas a la vez que ya no se sabe que funciona y que no.

Más vale prevenir que curar ¿Cómo podemos hacerlo?

Si estás esperando un bebé ¡toma nota! Tener información adecuada es una herramienta muy valiosa en todos los casos, pero en la crianza de nuestros hijos más aún. Aviso que esto no son matemáticas, sólo son una serie de medidas que pueden ayudar al bebé; todo muy básico, pero no por eso menos importante:

  1. Lo ideal es favorecer la LACTANCIA MATERNA PRECOZ desde el nacimiento.
    Así que nada más nacer ¡“PIEL CON PIEL”!
    Ponte a tu bebé sobre tu pecho/barriga, sin que haya ropa de por medio y déjalo que “repte” hacia el pecho. Dale tiempo. Pasados unos 30 minutos empezará a buscarlo, y pasada la hora se agarrará de forma espontánea al pecho.
Beneficios lactancia materna cólico lactante

¿Por qué se insiste tanto en que la lactancia sea materna?
Muy fácil, entre otras cosas, porque los bebés muestran peor adaptación gastrointestinal a las leches de fórmula. ¿Os acordáis que dijimos que la inmadurez intestinal puede ser origen del cólico del lactante? Pues la leche materna se lo pone más fácil. En ocasiones exponemos a los bebés a muchos cambios de leches, de tetinas, introducimos otros suplementos como hierro, infusiones, medicamentos… todo esto dificulta su digestión creando molestias abdominales.

  1. BUEN AGARRE Y POSICIÓN CORRECTA: Cómo dar la teta ¡es clave!

¿Por qué es tan importante?

Si el bebé no agarra bien el pezón no podrá hacer una buena toma satisfactoria y completa. Sólo tomará la “leche inicial” que es rica en LACTOSA y pobre en GRASAS. Un exceso de lactosa hará que vomite más, tenga regurgitaciones, dolor abdominal, gases, y cacas más ácidas y líquidas. Además, no saciará el hambre y tendremos a un niño más intranquilo y lloroso… ¿Os suena?
¡Sí! Y ¿cómo hacemos para que se enganche bien?

Posturas hay muchas. Os dejo unas breves indicaciones para la posición y agarre.

– El agarre: El bebé tiene que abrir mucho su boquita para coger la mayor parte del pezón (nada de “boquita de piñón”), con los labios hacia afuera (evertidos), su mentón tiene que estar en contacto con el pecho y las mejillas no estarán hundidas, sino redondeadas. Fíjate que debe quedar visible más aureola por encima de su labio superior.

La posición: Las más comunes son la mamá sentada o tumbada de lado. Lo importante es que estéis cómodos y muy juntitos, como decía una canción “ombligo con ombligo”. Que el peque no tenga que girar la cabeza para buscar el pecho, sino que tenga alineado el cuerpo y cabeza.

Los primeros días tras el nacimiento puede que estés cansada o tengas ciertas molestias (sobre todo si ha sido cesárea o un parto largo o instrumentado) Por lo que puedes optar por la posición acostada de lado. El bebé deberá de estar paralelo a ti. El pecho que se da es el que queda abajo. Para relajar tu postura puedes usar almohadas o cojines tras tu espalda y ¡listo!
Si estás sentada procura tener la espalda recta y hombros relajados, con las rodillas flexionadas ligeramente. Sujeta la cabeza del bebé en tu antebrazo (NO en la flexura del codo), tu otra mano colócala para darle apoyo a su culete y ahora acércatelo hacia ti. Muchas veces tendemos a ser nosotras las que nos acercamos al bebé, y es al revés. No empujes su cabeza hacia el pecho porque entonces se apartará de forma refleja (y te dará la sensación de que rechaza la toma pero no es así)

  • Cojín de lactancia: Hazte con un buen cojín de lactancia que te ayude a dar el pecho o el biberón. Facilitará el agarre y mejorará la postura durante la toma tanto del bebé como la de la mamá/papá. Además, te ayudará a prevenir dolores musculares de espalda, y esto es igual de importante. Elige uno que sea grande y maleable. Y al usarlo adáptalo a vuestra postura.
  1. Las tomas deben de ser a demanda. Olvídate de los HORARIOS estrictos de cada 3 horas, tomas cronometradas o tener que dar los dos pechos cada vez que le alimentes.
    Si has optado por lactancia artificial también debe ser a demanda, siempre sin forzarle, A veces se tomará el biberón entero y otras veces se dejará algo. Elige mejor biberón de cristal y tetinas con forma anatómica.

¿Por qué a demanda? Mi madre/suegra/vecina no es lo que me han contado que hacían…
Escucharás muchos consejos, historias y compartirán contigo muchas experiencias. Lo que se hacía hace 30 años no es lo mismo que se aconseja en la actualidad. Si nos marcamos horarios muy estrictos el niño llegará con mucha hambre a la hora de la toma. Estará irritado, llorón y comerá con ANSIEDAD, dificultando un buen enganche y deglutiendo aire. Esto favorece lo que anteriormente hemos explicado (más lactosa, aparición de gases, dolor abdominal, etc)

  1. ¿Chupete sí? ¿Chupete no? ¡Si podéis esperar dos o tres semanas antes de usar el chupete estupendo! Así se podrá instaurar de forma adecuada la lactancia.

Y ¿Cómo sabemos si tiene hambre?

Al pasar los días iremos conociendo mejor a nuestro bebé, y sabremos interpretar las señales según las necesidades que tenga como hambre, sueño o incluso la demanda de estímulos posturales, sensitivos… Todas estas necesidades si no son cubiertas pueden generar llantos inconsolables como los de los cólicos.

Pero en relación a realizar tomas satisfactorias os dejo una pequeña ayuda de “Mamá, papá ¡tengo hambre!”

Digamos que hay 3 niveles de hambre y que cada uno de ellos tienen señales significativas. ¡Atentos!

“Nivel 1 de hambre”: “EMPIEZO A TENER HAMBRE”: El bebé abre la boca, mueve su cabeza hacia los lados como buscando el pecho, y empieza a agitarse…

“Nivel 2” “¿HOLA…, HAY ALGUIEN? ¡QUE TENGO HAMBRE!”: Aquí empieza a llevarse la mano a la boca succionando, aumenta los movimientos de brazos y cabeza y se estira…

“Nivel 3” “TENGO MUCHA, MUCHA, MUCHA HAMBREEEEEE”: Pues aquí ya nos lo dice por las “malas”. Llora con la cara enrojecida, los movimientos son más agitados y bruscos. Llegados a este punto lo ideal es calmarle primero (cogerlo, acariciarle, hablarle) y luego darle de comer 😉

La prevención está muy bien, pero ¿Y si tiene ya cólicos?

Hay muchos tratamientos: fisioterapia, probióticos, farmacológicos …

Yo sólo os voy a hablar de la fisioterapia y como trabajamos para ayudaros.

Y ¿Qué hace un fisioterapeuta en para tratar el cólico del lactante?

Cuando venís a la consulta lo primero que hacemos es una valoración completa: Exploramos al bebé y somos muy preguntonas, queremos saber todo: tipo de lactancia, cuándo llora, cómo es el llanto, si tiene reflujo, cómo son las bocanadas, cómo son las cacas (sí, os preguntaremos incluso por el color, ya que por ejemplo las cacas verdosas pueden indicarnos que hay un mal agarre que pueda provocar un exceso de lactosa) …

Con esto valoramos si es cólico o no. En ocasiones sólo será necesario cambiar ciertas variables y pautas; En otras además realizamos tratamiento manual. Nuestras herramientas son sencillamente nuestras manos, y las técnicas son indoloras.

El tratamiento manual se suele centrar en la zona abdominal donde eliminaremos tensiones, y movilizaremos el intestino para mejorar su funcionamiento, en la región cervical para liberar el nervio vago que inerva la zona del intestino, en la musculatura peribucal para mejorar el agarre que hablamos anteriormente… Todo adaptado a las necesidades de cada bebé.

posturas antiálgicas cólico lactante

Para casa os ofrecemos distintas pautas: Os enseñamos como mejorar la postura de lactancia, posturas antiálgicas para el calmar al bebé, y cómo facilitar la expulsión de los gases. Además, si es necesario os enseñamos como podéis aplicar un masaje a vuestro pequeño. Pero ¡os enseñamos bien!

Y con esto quiero decir que por desconocimiento si aplicamos masajes de forma incorrecta podemos irritar más el tejido abdominal e intestinal sin que obtengamos ningún beneficio (incluso a veces lo empeoramos). Es preferible que un fisioterapeuta os enseñe en su consulta y resolváis todas las dudas de cómo aplicarlo, intensidad, zonas, movimientos que favorezcan el tránsito intestinal que hacerlo mal… Y recordad que NO se hacen en el momento de la crisis, cuando hay dolor y/o el niño está llorando. Tenéis que buscar el momento de CALMA.

Otra cosa que solemos hacer los papás es flexionar las piernas del bebé sobre su abdomen para ayudarle con los pedetes. Con este ejercicio hay que tener cierta precaución, bien hecho puede ayudar a movilizar y expulsar gases, pero si lo hacemos de forma incorrecta podemos dañar las caderas del bebé…

Volvamos a las posturas antiálgicas ¡Cuenta!

clínica cólico lactante Granada

Algunas posturas de consuelo son:

  • Poner a tu bebé sobre tu antebrazo, boca abajo y con la cabeza apoyada en la flexura de tu codo, tu mano debe quedar en contacto con su barriguita y su cabeza más elevada que su culete. Mantenlo cerca de ti y prueba a balancearlo suavemente, ¡nada de paseos rápidos por toda la casa! 😉
  • La postura del caballito. Sienta al bebé sobre ti, con su espalda apoyada en tu barriguita con tu mano sobre su abdomen para darle sensación de calor
  • Al igual que antes puedes ponerte de pie con el bebé en la misma posición y con tus manos flexionar con cuidado sus piernas, y hacer un pequeño balanceo hacia delante y atrás o pasear por casa.
  • Para facilitar la expulsión de gases tras las tomas incorpóralo y apoya la boca de su estómago sobre tu hombro. Mantenle así unos minutos. No hace falta que estés demasiado rato. En pocos minutos los bebés suelen expulsar los gases.
  • Prueba a portear al bebé. Llevarlo en posición de ranita y pegado a nuestro pecho ayuda bastante.
  • Y cuando vayas a meterlo en su cuna calienta antes las sábanas para que haya un cambio de temperatura brusco.

¡Y con esto poco más que contaros en este post! Termino haciendo hincapié en que los fisioterapeutas podemos ayudaros si vuestro bebé sufre de distensión abdominal, estreñimiento, meteorismo, reflujo gastroesofágico… o cualquier otro signo que pueda ser o no del cuadro del cólico del lactante, ¡no dejéis de consultarnos!