Cuando un evento cultural de la categoría de Granada Noir decide dirigir la mirada hacia el público infantil y juvenil, tratándolo con el cariño y la dignidad que se merece, haciéndole un hueco en su programación, apostando en definitiva por «la cantera»…me vengo arriba.
No lo puedo evitar. Y es que uno de los pilares del proyecto Little tiene que ver con hacer realidad en nuestra ciudad el concepto de cultura compartida o cultura en familia, y eso pasa ineludiblemente por conquistar espacios culturales, tanto físicos como simbólicos, para las familias granadinas: museos, festivales, espacios escénicos…
Así, este año ligamos nuestro proyecto a uno de los focos irradiadores de cultura de nuestra ciudad, el Museo Memoria de Andalucía, donde celebramos la Feria Little 2018 y para el que tenemos grandes planes…(atentos al otoño).
Y así también, estamos decididos a liarnos con cualquier movida cultural seria, que asuma la responsabilidad y el riesgo de acercarse al público infantil y juvenil, atreviéndose a plantear actividades de calidad dirigidas a familias.
El músculo cultural se entrena desde pequeñitos, no me cansaré de repetirlo, y a los «entrenadores» les pido únicamente un requisito: carecer de prejuicios.
Los prejuicios, y sobre todo los prejuicios en el mundillo cultural, son aburridos y limitantes, y lo aburrido no casa bien con la infancia…
Si hay un evento cultural en Granada desprejuiciado, gamberro y transgresor, ese es el Granada Noir, no os quepa la menor duda.
Todo el mundo Conoce Granada Noir ¿verdad?. Si, claro que si,…¿cómo, que no?, ¿en seriooooo?. Vale, vale, lo entiendo, porque es un festival jovenzuelo, que este año plantea su cuarta edición y que está subiendo como la espuma de la marca de cervezas que lo patrocina (Alhambra, of course).
Os cuento un poquito: se trata de un festival dedicado al género negro, en todas sus vertientes y muy especialmente la literaria y la cinematográfica.
¿Es una movida gafapasta?. Pues no. Es una movida para gente a la que le gustan los libros de detectives, polis, las tramas sobre corrupción, los psicópatas…, para gente a la que le mola tener encuentros con autores y autoras noir, y aprovechan la oportunidad para charlar con ellos disfrutando de una cerveza fresquita.
Es el momento de ver (o volver a ver) pelis buenas-buenas del género (desde El silencio de los corderos, hasta Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto, por ejemplo), y conocer su intra-historia. Es el momento de flipar con un paseo por la Granada más Noir de la mano de Blanca Espigares Rooney (Masquetours), aprendiendo sobre la corrupción urbanística que rodeó la construcción de la Gran Vía o sumergiéndote en el Albaicín de leyenda de los hermanos Quero. En Granada Noir hay un millón de momentos, y estoy deseando que se publique su programación completa para contarlo por aquí, porque vais a flipar…
Como veis, soy muy fan, y se nota.
En realidad soy muy fan de los dos tipos que hay tras esta movida, Jesús Lens y Gustavo Gómez, gente buena que lleva cuatro años demostrando que la cultura no tiene por qué ser elitista y que un evento cultural es capaz de impregnar una ciudad durante toda una semana.
Conscientes de que para «intoxicar» a toda una ciudad, hay que «infectar» a todos sus habitantes, estos dos conspiradores fijaron sus ojos en ediciones anteriores en el público infantil y juvenil, planteando algunas actividades chulas.
Y yo, bueno, si hay una conspiración tengo que formar parte, si o si, no lo puedo evitar. Por eso me he lanzado a proponerles una programación de actividades familiares by Little (y en colaboración con Entropía Cultural), con algunas de nuestras empresas más inquietas dándolo todo, durante lo que será una inolvidable mañana de sábado.
Ellos han dicho «ojos negros tienes», así que podemo decir que «el pollo está en el horno»….
Ains, chicos…, love you forever.
Por eso, este año, Granada Noir será más family friendly que nunca. En septiembre prometo contároslo todo, pero os avanzo que habrá música, clubs de lectura, juegos de pistas, fotografía….
Mientras tanto, demostrando que la gente menuda les importa, y mucho, los amigos del Noir se han descolgado con una fantástica iniciativa: el primer certamen literario del Festival, organizado en colaboración con la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y dirigido a alumnado a partir de quinto de Educación Primaria y hasta Bachillerato.
Me quito el sombrero. Y hasta las gafas de sol negras oigan.
Se llama Letras Pequeñas, y es toda una declaración de principios.
Hunde sus raíces en la vertiente más social del noir, y elige para esta edición un tema que preocupa, y mucho, tanto a familias como a la comunidad educativa en su conjunto: la sensibilización para la prevención del acoso escolar.
No se puede hacer mejor.
Una de las cosas que más me gustan del certamen son los premios: lotes de libros para el ganador/a, pero también para el centro educativo. Además, tanto alumno/a ganador como sus profes, ganarán una matrícula gratuita para un taller de escritura creativa sobre género negro impartido por la Escuela de Escritores de Granada. Redondeando, los centros ganadores de las distintas modalidades tendrán la oportunidad de celebrar un encuentro con uno de los autores/as Noir a lo largo del curso.
Aquí os dejo las bases.
Me imagino lo que estáis pensando…»mola, si, pero…¿por qué nos cuentas todo ésto en agosto?????». Pues es bien sencillo: vamos más que justitos de tiempo amiguis. Los relatos deben presentarse antes del 25 de septiembre de 2018, y teniendo en cuenta que el curso escolar comienza el día 10….Lo suyo es ponerse a escribir ya…
Como la iniciativa merece la pena os pido máxima difusión, especialmente a aquellos de vosotros/as que os dedicáis a la docencia. Compartid, comentad, ¡que sea la primera anotación en la agenda escolar de este año!.
Y para los padres y madres de pequeños juntaletras…, lanzadles el reto, os van a sorprender seguro.