Experiencias para disfrutar en familia
#somoslittle

Alejandro Ayala, la persona detrás de la franquicia

Tenía muuuuchas ganas de “meterle mano” a este artículo de “detrás del mostrador”.

Como sabéis, en esta sección nos dedicamos a mostrar la cara B (que es más bien la A) de los proyectos que forman parte de Somoslittle.

Aquí hablamos de las historias que llevaron a este fantástico grupo de emprendedores a iniciar su proyecto, de las cosas que les mueven, de sus inquietudes y sus sueños, de su día a día, con sus luces y sus sombras.

¿Y por qué le tenías unas ganas especiales a esta historia?, os preguntaréis.

Sencillo, porque es la primera vez que hablamos de una manera diferente de emprender, la franquicia, algo que la mayoría de las personas no asocian a la pequeña empresa, al negocio familiar, al riesgo…

familia little

Es más, hay muchas personas que no terminan de entender que en Somoslittle también participen proyectos empresariales que forman parte de una franquicia.

Tenemos y hemos tenido en nuestra familia algunos proyectos que forman parte de una franquicia: Ecox Granada (con los queridos Olga y Antonio), Bóboli (a cuyo frente está Consuelo), Helen Doron (con sus tres centros de Granada y tres historias personales y únicas), y hace más tiempo a los añorados Republic of Kids.

Y no me cabe la menor duda de que algunos de los proyectos personales que forman parte de Somoslittle, terminarán convertidos en franquicia (no doy nombres que luego todo se sabe…).

Hoy, tengo la oportunidad de mostrar una parte de la realidad de los emprendedores que se decantan por las franquicias como forma de negocio, y de mostrar que si, también asumen riesgos (y de qué manera), lo pasan mal (a veces peor) y, sobre todo, aportan su toque personal y único a su proyecto, aunque lleve un nombre y una imagen que es mucho más grande.

boboli granada

Hablar de la historia de Alejandro, al frente de Kids & Us Granada Estadio de la Juventud, es también, de alguna manera, hablar de la historia de todas las personas que apuestan por esta forma de emprendimiento, tan válida como cualquier otra, con sus riesgos, sus inconvenientes y, cómo no, sus ventajas.

Cuando se emprende con una franquicia, se tienen algunas ventajas: se trabaja bajo el paraguas de una marca consolidada y de éxito, se dispone generalmente de una imagen fantástica (y un departamento de marketing que resuelve todas las necesidades en este sentido) y, sobre todo, se cuenta con el apoyo de una empresa en cuanto a la formación y el asesoramiento básico a la hora de poner en marcha tu proyecto, así como con el apoyo y la experiencia del resto de franquiciados.
Obviamente, se paga por ello (y no poco). Se reduce así gran parte de la incertidumbre que conlleva el iniciar un proyecto empresarial, pero la inversión económica es más alta.

Eso si, nadie, absolutamente nadie te garantiza que tu proyecto funcionará. La inversión la asumes tú, así como el riesgo. Si tu proyecto no funciona, nadie te “devuelve” la pasta, para entendernos.

Y por supuesto, emprender con una franquicia no es sinónimo de éxito, porque para que un proyecto funcione hacen falta muuuuuchas cosas, y la franquicia sólo aporta algunas. En esto de emprender, no existen garantías my friends.

No todo es maravilloso, y las franquicias también tienen sus desventajas: existen normas.

Muuuuuchas normas. El franquiciador ha creado una marca y un sistema de trabajo de éxito, y lo que tú haces a nivel local influye en el proyecto global, por lo que hay que seguir unas pautas de funcionamiento comunes, al menos en sus líneas generales. La idea básica es que todas las personas que van a adquirir un producto o servicio en la franquicia x, reciban unos servicios idénticos (o al menos muy parecidos), sobre todo en cuanto a calidad se refiere.

familias granada

Por eso, cuesta imprimir la marca personal a este tipo de proyectos, darles ese”algo más” que siempre está ahí y que, incluso en el sistema de franquicias, diferencia un proyecto de otro.

Sin embargo, creedme si os digo que ese “factor personal” es lo más importante. Es lo que hace que unos proyectos salgan adelante y otros fracasen. Que si, que hay mucho más, que si estudios de mercado, viabilidad económica, ubicación, comunicación etc. Pero al final, la diferencia la marcas tú.

Hay ocasiones en las que ese factor personal es tan fuerte, que la gente no percibe como franquicia un proyecto que lo es, y lo recibe con todo el cariño y el amor que solemos dar a los proyectos personales. Ese fue el caso de Republic of Kids, cuyo cierre lloramos tanto.

De ahí que me parezca tan importante y tan entrañable, mostrar hoy la historia que hay detrás del Kids & Us de la zona del Estadio de la Juventud.

La historia de esta academia de inglés para niños es la historia de Alejandro, e ilustra a la perfección la historia de otros muchos emprendores y emprendedoras.

¿Os acordáis de la crisis económica?. No viene mal recordarla, porque dicen que se avecina otra..:(
Entonces, la construcción, el motor principal de nuestra economía, se vino abajo, y con él, las trayectorias profesionales y las vidas de tantas y tantas personas que trabajaban en el sector.

Justo ahí trabajaba Alejandro, lidiando cada día con la gestión de canteras y plantas de hormigón, con el teléfono echando humo continuamente, entre jefes de obra, camioneros…muy “british” no suena ¿verdad?.

Alejandro Ayala academia ingles Granada

Y llegó la crisis. Y la cosa fue mermando, mermando, mermando…hasta que este hombre tan observador como inteligente, tuvo claro que debía reorientar su trayectoria profesional, o iniciar un nuevo camino, ¿por qué no?, montando un negocio propio.

En ese tiempo fue cuando se cruzó en su camino Kids&Us. Y no, no fue en plan “Avon llama a tu puerta”, ni en un congreso de franquicias o leyendo artículos de la revista Emprendedores sobre las 100 franquicias de más éxito.

Pasó de la manera más sencilla, bonita y cotidiana: Alejandro llevaba a sus peques al primer centro Kids&Us que se abrió en Granada (en la zona del Fórum).

Y se acercó a este proyecto con las dudas habituales que tenemos todos los padres y madres cuando elegimos un centro para que nuestros peques aprendan inglés. Resulta que su experiencia fue buena. Mejor que buena, extraordinaria. Casi sorprendido por las bondades del método y sus resultados, por la calidad de los materiales y las instalaciones, pensó que el proyecto era tan bueno, que podía funcionar en otra zona de la ciudad, focalizando en lo que él consideraba que era esencial, la calidad del servicio y del equipo de profesionales, así como el trato cercano y familiar con sus clientes. En el camino “lió” a su hermano…

Y así nació el Kids&Us de la zona del Estadio de la Juventud: de la experiencia de un padre.

Contactaron con la franquicia, hicieron cuentas (muuuuchas cuentas), lo pensaron y lo repensaron, probablemente pusieron alguna velita al santo que corresponda y se liaron la manta a la cabeza.

Desde hace ya dos años (encarando el tercero como unos campeones) se lo curran a muerte cada día en su reluciente academia de inglés para niños en Granada, que, si, es un Kids&Us, pero para mi y para todas las familias con las que tratan a diario, es la academia de Alejandro y Antonio, esos dos tíos tan majos que se desviven para que nuestros hijos e hijas aprendan el mejor inglés de la manera más bonita.

Alejandro y Antonio Kids and us granada

Desde hace casi un añito tenemos la suerte de contar con ellos en la familia Somoslittle, a la que Alejandro se acercó un día con las mismas necesidades y dudas que el resto de proyectos que forman parte de esta iniciativa loca: compartir experiencias, dudas e inquietudes, buscar apoyos, conocer otros proyectos a cuyo frente están personas que no sólo buscan sacar adelante sus negocios, sino hacerlo de la mejor manera: apostando por la calidad, la coherencia y poniendo su granito de arena para que el “rollo familiar” en Granada esté un poco más animado.

Y lo hemos acogido con los brazos muy abiertos. Porque suma mucho, se implica en todos los proyectos que le proponemos y tiene un talante cooperador que nos enamora.

Me encanta de su proyecto que no “se mire el ombligo” continuamente, sino que se abre a colaborar con otras iniciativas, como el Babys Family Day, donde se marcaron un teatro en inglés sobre educación vial a alimón con Mr Boops que fue una delicia (y una risa), propone continuamente actividades gratuitas para peques en su centro (imprescindible darle un repaso a nuestra agenda con sus teatros en inglés para bebés y niños) y siempre reparte amor y “vidilla” en redes sociales.

networking little

¿Y sabéis qué?.Se lleva fenomenal con su “competencia”: los otros proyectos sobre enseñanza de idiomas que forman parte de Somoslittle (Helen Doron, Esztertainment o Boops). Porque entiende que cada uno es diferente, tiene su sello propio y, en definitiva, comparten mucho (sobre todo las dificultades y dudas a la hora de iniciar un proyecto así).

Yo estoy feliz de tenerlo con nosotros y de tomarme con él unas cervezas, porque Alejandro es un fantástico conversador y esconde un sentido del humor fino fino. Las disfruto aún más si, como en la última ocasión, son en la Taberna El aviso (en la Plaza del Campillo, que es una delicia), cuyos propietarios son unos padres que llevan a sus peques a su academia y han tejido con él una bonita relación de amistad (¿véase lo que os digo?).

Y siempre, siempre, tengo claro que las cervezas, las penas y las risas no las comparto con el logo de Kids&Us, sino con la persona que hay detrás de él.

Esa misma persona que hace que su proyecto sea único.