Cuando trabajaba en librería, mi querida compañera (y actriz), Olga Rojas, me contaba que había un narrador que era increíble, que tenía el don de la palabra, que hacía suyo el escenario y que iba a dar que hablar. Arturo Abad se llamaba.
“¡Bah!”, decía yo, “ya será para menos”. Salía esa niña orgullosa y engreída que alberga mi corazón y que a veces piensa que lleva mucho mundo recorrido (justo antes de una bofetada de realidad es cuando más segura se siente). “Hay grandes profesionales que se dedican a contar cuentos y si no he oído hablar antes de Arturo Abad será porque no es tan bueno”. ¡Toma bofetada!
Conocerle fue ya un gustazo, porque incluso en la conversación del café las palabras fluían de una orilla a otra de la mesa como si estuvieran bailando, o sea, que era tan buen contador de historias como oyente.
Dicen que para saber hablar hay que saber escuchar.
Pero no fue nada hasta que tuve el inmenso placer de verle dirigirse a los chaveas. Si sois padres o madres, o trabajáis con pekes, habréis tenido esa desagradable sensación de no ser escuchados, vamos de ni siquiera activar la atención del chavea al que os dirigís. Y también esa espina en el corazón cuando alguien requiere la atención de un grupo de peques y no le hacen ni caso.
Sin embargo, ¡qué inmensa alegría cuando ocurre lo contrario! Lo que pasa es que, además del “don”, hay que trabajar -y mucho- para que eso ocurra, no de manera aleatoria, sino cuando el profesional quiere.
En Little Chavea, vamos a poder disfrutar con Arturo Abad la tarde del 24 con dos actividades.
A las 18h (Sala Clío), desplegará lo que mejor sabe hacer hasta la fecha: contar cuentos (no obstante…estad atentas a los espectáculos de títeres que tiene en el horno, y que ya están visitando algunos de los pueblos de la provincia: pronto en Granada!!). Y a las 19h (Espacio Abierto) nos desvelará alguno de sus secretos para llevar una década “viviendo del cuento”. Como por ejemplo en los programas de la Diputación de Granada, como sus “Libros en Ruta” o el reciente “De boca en boca. Un viaje a Poqueira”
Y es que esa palabra (“secreto”) es una constante en la producción escrita de Arturo Abad. Por ejemplo, en “Taller de corazones” (OQO), Matías fabrica un corazón cada primavera para la chica que habita en el bosque y en cada uno de ellos… oculta algo. Pero es que el horizonte también tiene un “secreto” en su álbum “Un trocito de horizonte” (OQO). Y otro más “Pintor de lunas” (Lóguez), en el que un gato sube a beber la leche de la luna para combatir el hambre mortal de estar en la calle.
Así que, ¿qué más os podemos decir de Arturo? Narrador con el don, profesional trabajador, escritor, titiritero. ¡Ah! ¡Sí! Además su compromiso con la cultura y con la divulgación le va a traer también a la extensión pedagógica de Little Chavea. Uno de los espacios que ocuparemos en enero será el Centro de Atención a la Infancia El Pinar (Loja) y será Arturo quien comparta su creatividad con esos chaveas, y puede, quizás, no está confirmado, se dice, se rumorea, que tal vez, les cuente…algún secreto.