El de hoy es un post exprés, un post apresurado, casi un post » de emergencia». Si me apuráis, de emergencia social.
A veces, amiguis, hay que pringarse, y ésta es una de esas veces. Porque no puedes estar en ésto de la «cosa» infantil en Granada, abogando por una ciudad, unas empresas y unas instituciones más amables con las familias y callarte cuando pasa algo como lo del comedor escolar del Colegio Público Gómez Moreno.
Imagino que habéis visto algo en redes sociales, porque cuando las familias se ponen en pié de guerra se hacen oír, y si algo tiene la comunidad escolar del Gómez Moreno (y de la Escuela Infantil Arlequín, que lo nutre de alumnado) es una voz potente y muuuuchas ganas de pelear.
Este proyecto además, está consiguiendo que todo el barrio del Albayzín se una para su defensa.
En cualquier caso, os pongo en antecedentes:
Tras quince años de exitosa gestión por parte del AMPA del comedor escolar del Gómez Moreno, la Junta de Andalucía, saca a concurso su gestión, mediante un proceso de licitación pública que deja fuera de juego al AMPA.
Cierto es que el AMPA no se presentó al concurso (tampoco fue avisada como viene siendo habitual, aunque no sea obligatorio, con las empresas que prestan habitualmente un servicio que sale a concurso), pero también es cierto que en caso de haberse presentado no hubiera tenido nada que hacer.
El concurso salió, digamos, «rapidito», de manera que pudo tramitarse sin seguir lo establecido por la nueva Ley de Contratos del Sector Público, que entró en vigor el pasado 8 de marzo y que introduce numerosos criterios cualitativos y de calidad en la gestión de los contratos públicos.
Otras cinco AMPAS gestoras de comedores escolares que sí se han presentado a sus respectivos concursos, los han perdido, porque no son «competitivas».
Las grandes empresas dedicadas al negocio del catering de comedores escolares imponen fuertes rebajas en los precios y rompen el mercado, haciendo imposible que se pueda competir con ellas prestando unas mínimas condiciones de calidad.
De esta manera, la Administración pública, esa misma que premia y reconoce la gestión de AMPAS como la del Gómez Moreno, la misma que formula en los ejes de actuación de los mil y un Planes estratégicos que guían la acción de las políticas públicas, los objetivos que este proyecto hace suyos, tangibles y reales…esa misma Administración Pública, en un alarde de incoherencia, destruye el sistema que sobre el papel dice alentar.
Mal. Muy mal.
Que alguien me lo explique.
Porque no quiero pensar que detrás de todos esos golpes públicos de pecho en favor de la salud, la lucha contra la obesidad infantil, la promoción de los canales cortos de comercialización de los productos agrícolas, el fomento de la producción ecológica, la promoción de la la participación activa de padres y madres en la comunidad educativa…, lo que hay es…nada.
Está claro que el AMPA del Gómez Moreno no se presentó a la licitación, no me voy a enrocar ahí. Lo que planteo es que este comedor nunca debía de haber salido a concurso, sino que se debía de haber gestionado con un sistema de convenio, al igual que otros proyectos similares, al igual que se hace en otras comunidades autónomas.
O incluso,más fácil aún, que debería haberse esperado unos días (no era tanto ¿verdad?), y haberlo gestionado con los requisitos que establece la nueva Ley de Contratos del Sector Público, que establece nuevos criterios que ayudan a matizar el tema de la famosa «competitividad», basándose en el principio de la mejor relación calidad-precio. Se introducen así los imprescindibles criterios cualitativos, que incluyen, entre otros, aspectos medioambientales y sociales.
Criterios en los que el AMPA del Gómez Moreno si es «competitiva»…
Porque este comedor, tengámoslo claro SI es competitivo:
- Es competitivo en salud: los datos hablan, no me los invento. Sus escolares tienen los mejores índices talla/peso de Europa. Sólo un 8´8% de niños y niñas con sobrepeso, frente a un 30% en España o un 10% en Holanda.
- Es competitivo en educación: el comedor del CEIP Gómez Moreno está completamente integrado en el proyecto educativo del centro. Es algo así como un aula más, y, como tal, desarrolla actividades durante todo el curso en torno a cuatro ejes: alimentación sana, cercana y sostenible (eco-comedor escolar y desayunos sanos y ecológicos en el patio), incorporación de hábitos en la familia (escuela-comedor de familias y eco-mercado para facilitar el consumo de productos ecológicos en las familias y compostera y huerto ecológico), difusión-participación-comunicación (libro de recetas, jornadas y talleres, boletín mensual y comunidades de aprendizaje) y actividad física (club de bicicleta y club de montaña).
- Es competitivo en sostenibilidad: la gran mayoría de los proveedores de productos del comedor son de la zona. No de «diossabedónde», de-la-zona. La riqueza generada por la actividad económica del comedor, revierte directamente en la comunidad local. Además, el 80% de sus productos son ecológicos. No es una mala cifra ¿verdad?
- Es socialmente competitivo: porque alienta la creación de un tejido social, porque la comunidad escolar y el barrio se organizan y cooperan para sacar el proyecto adelante. Porque se respetan los derechos de los trabajadores y trabajadoras que prestan servicios en el comedor.
Por eso, estoy al 100% por 100% con la reivindicación de estos padres y madres.
Por eso, os animo a participar, de una u otra forma, en las actuaciones de apoyo a esta reivindicación que el AMPA del Gómez Moreno está organizando. Muchas personas lo están haciendo, cada una desde su pequeño o gran altavoz. Todo suma.
En fin, yo no se cantarlo con el arte que lo hace este pedazo de coro de gospel, pero tengo un blog ;), y ésta es mi contribución a vuestra-nuestra causa.
#somoslittle #somosfamilia #nometoqueslaolla
*si queréis saber algo más, os recomiendo seguir los enlaces que he introducido a lo largo del texto, así como éste, que lleva directamente al blog del CEIP Gómez Moreno, más concretamente al argumentario a favor del actual modelo de gestión del comedor escolar.