Hay un montón de guarderías privadas en Granada que, con su oferta, complementan la de los centros públicos o concertados para atender a los bebés de 0 a 3 años.
La razón de ser de estos centros radica, principalmente, en la cobertura de aquellas necesidades a las que otros no pueden hacer frente: una ubicación próxima a nuestro centro de trabajo, flexibilidad horaria…
La Cabaña del Dormilón es una de estas guarderías privadas y uno de sus principales valores diferenciales radica, sin duda, en la flexibilidad que ofrece a las familias.
Hablar con Ana Sánchez, su gerente, es sinónimo de entusiasmarte por su proyecto, pero también un baño de realidad, que te acerca a las necesidades de conciliación de muchas familias hoy en día.
Reconozco que la primera vez que supe de su horario aluciné: todos los días de 7:00 a 20:00, con posibilidad de ampliación hasta las 22:00 y fines de semana.
Lo cierto es que se me encogió un poco el corazón al pensar en el bebé al que debemos dejar en un centro hasta altas horas, o despertar muy pronto para llevarlo a la guardería… Pero claro, yo me situaba en la posición privilegiada de una madre que, cuando tuvo a sus hijas, disfrutó de una baja maternal de 9 meses (parto gemelar, lactancia doble, sumado a vacaciones y un convenio muy favorable a la maternidad en una administración pública). Eso, con el añadido del apoyo familiar, me permitió tener a mis bebés en casa hasta los 12 meses.
Y eso, reflexioné después, es un privilegio. Un raro privilegio, al que por ejemplo hoy, que soy autónoma, no tendría acceso. Unas circunstancias prácticamente ideales que no están al alcance de la mayoría de las familias trabajadoras que no disponen de una red de apoyo familiar (bien porque sus familias están lejos, bien porque no les pueden ayudar) o que desempeñan puestos de trabajo de los que no pueden ausentarse más allá de la baja mínima establecida por ley.
Que lo ridículo del permiso de maternidad y paternidad exigen un debate profundo en nuestra sociedad es un hecho, pero también lo es que hay que adaptarse a la realidad que nos ha tocado vivir de la mejor manera, y que, a la hora de hacer malabarismos con los horarios y los calendarios, la existencia de centros de calidad, que te ofrecen todas las garantías de que tu bebé va a ser tratado con amor y respeto por un equipo de profesionales entregadas, es mucho más que bienvenida.
Hacer un repaso por algunas de las familias que llevan a sus peques a La Cabaña del Dormilón, es darse una ducha de realidad: profesionales sanitarios que trabajan en el PTS (por cercanía) y que tienen turnos de mañana, tarde y noche (o festivos), trabajadores/as del comercio del cercano Centro Comercial Nevada (porque el comercio en España tiene unos horarios de auténtica locura, y allí las tiendas cierran a las 22:00), trabajadores/as de la hostelería, autónomos/as de distintos sectores y tantas familias cuya cotidianidad no sigue la marcha convencional de las agujas del reloj.
Para todas estas personas, esta guardería es una auténtica bendición, porque Ana, su gerente, no tiene un no por respuesta, y si su necesidad no cuadra con los horarios, va a hacer los posible para darles una solución.
Esta flexibilidad no se extiende únicamente a horarios que la mayoría de guarderías de Granada no cubren, sino que además, posibilita llevar a tu peque al centro unas pocas horas por la mañana si lo deseas. Bien porque aunque puedas dedicarte al bebé 100% necesitas algo de tiempo, bien porque has elegido hacer un periodo de adaptación a tu estilo y a vuestro ritmo…
La Cabaña también presta servicio en agosto, cuando la mayoría de las familias están de vacaciones. Para las que deben trabajar durante este mes y necesitan opciones de confianza para conciliar empleo y ma-paternidad, esta guardería es una estupenda opción.
Una ubicación privilegiada en la Carretera de Huétor Vega (junto a la salida de la circunvalación), que te permite incluso acceder en transporte público (la última parada del autobús S2te deja muy cerquita) y una calle en la que puedes aparcar sin problemas, sin tener que practicar el «lanzamiento de bebé» desde el coche,completan las ventajas en cuanto a accesibilidad de esta guardería que, en todo lo demás, es también un gustazo.
La guardería ocupa un amplio chalet, con patio soleado y seguro, en el que encontramos hasta un pequeño huerto, donde los peques pueden disfrutar del sol, los columpios al aire libre y la necesaria «tierra en las manos».
Sus aulas son amplias, luminosas y están bien equipadas y en ellas se suceden cuentos, canciones, experiencias y mucha creatividad.
La mañana en la que yo visité el centro disfrutamos una barbaridad haciendo…¡nieve!.
El buen hacer del equipo de educadoras del centro se percibe en cada gesto, en cada cuento, en cada actividad, pero, sobre todo, en el placer que se adivina en quienes ejercen una profesión absolutamente vocacional.
El «termómetro» en estos casos lo dan siempre los peques, y aquí no hay error: calidez, muuuucha calidez es lo que encuentras en unas aulas en las que la ratio es una auténtica delicia: no más de cinco bebés en 0-1 años, no más de 9 en 1-2 años y no más de 13 en 2-3 años. La ratio oficial es bien distinta: hasta 8 bebés en 0-1, hasta 13 en 1-2 y hasta 20 en 2-3.
Un planteamiento el de la ratio que no es casual, sino que obedece a la experiencia profesional de su gerente, «curtida» en diversos centros públicos y privados, que tenía claro al iniciar este proyecto que mejorar la calidad en la atención a los bebés pasa por tener grupos más pequeños.
El proyecto educativo se completa con un trato con las familias cercano y amable, abierto siempre a la participación en el centro, a las nuevas ideas y a la realización de actividades y talleres en horario de tarde que completan la oferta educativa, respondiendo a los intereses y las inquietudes.
Y una gerente, Ana Sánchez (psicóloga y técnica en educación infantil), que tiene siempre la puerta abierta, el teléfono a mano para responder a tus dudas o tus necesidades, y a la que es más fácil encontrar en cualquier de las aulas disfrutando con los peques, que en su despacho…
La Cabaña del Dormilón está en la Calle Alhamí nº6, y podéis contactar con ellas en el 680 17 30 61 o en el correo electrónico centroinfantilalhami@gmail.com
