Hoy os cuento los juegos de mesa para niños que triunfan en casa. Por supuesto hay muuuuuchos más. Ésta es una pequeña selección de aquellos que nos gustan especialmente y que resultan ideales para viajar gracias a su pequeño tamaño.
En mi familia siempre hemos sido muy aficionados a los juegos de mesa.
Son parte de mi infancia, y aún recuerdo con felicidad las tardes interminables con mis primos o mis amigas jugando al Risk, al Monopoly, al Trivial o a lo que se terciaba.
Me parecen un entretenimiento sanísimo, y mucho más hoy día, ya que son una alternativa (o, si os parece mejor, un complemento) al omnipresente ocio «de pantalla».
No soy antitecnología en absoluto, aunque me confieso bastante torpe y poco interesada en general por el ocio tecnológico. No conseguí engancharme en su día a la Gameboy o la Playstation (ni a sus predecesoras, que también las conocí) y dediqué poco tiempo a las maquinitas en general.
A mis hijas les controlo y restrinjo muchísimo la utilización de la tablet, pero no se la prohíbo, porque entiendo que es materialmente imposible (y del todo ilógico) hacerlas «analógicas». Por el momento (tiene 7 años), el resultado es que les interesa lo justo.
Claro que con los juegos de mesa es totalmente distinto. No lo puedo evitar, los potencio y los disfruto. Son una de esas cosas estupendas de ser madre, que puedes volver a jugar como cuando eras pequeña…
Jugamos en casa, pero sobre todo jugamos cuando nos vamos de vacaciones en familia, porque ahí si que desconectamos totalmente de la tecnología.
Por eso, nos hemos ido haciendo con un pequeño miniequipaje de juegos de mesa para niños, que nos acompaña en nuestras escapadas familiares.
En casa tenemos más, pero éstos, por su tamaño, son perfectos para viajar. En cuanto a la edad, igual meto la pata, pero diría (sin mirar las instrucciones) que son a partir de unos 6 añitos más o menos.
Todos ellos han sido testados por mis dos pequeñas «juególogas» y les han dado el visto bueno 😉
Antes de seguir, me adelanto a vuestra pregunta: en Viel Spass. En su día, los compré en Viel Spass, la que fuera mejor juguetería de Granada (hoy cerrada). La tienda de Belén y Vega era una auténtica delicia y el asesoramiento, su fuerte.
Desaparecida la juguetería de mis amores y a petición de las personas que leen este post, he añadido enlaces a Amazon por si alguien quiere comprarlos ahí. En todo caso, ya sabéis, mi recomendación es que si tenéis una juguetería cerca de vuestra casa, en vuestro barrio, vuestra ciudad…, una juguetería de calidad en la que os prestan un asesoramiento de calidad…, los compréis ahí.
Por si os animáis a comprarlos on line, os he dejado algunos vídeos apañados de algunos de los juegos, que os permitirán analizar la dinámica del juego y valorar si os puede resultar divertido.
Vamos allá.
Una versión diferente y en cartas del clásico tres en raya. Se trata de un juego de lógica y de velocidad. Pueden jugar entre dos y cuatro personas. Se trata de buscar cartas que compartan una misma característica, que puede ser color, letra o imagen.
Me parece genial que existan juegos como Palabrea, que también potencien las capacidades verbales o lingüísticas, porque es un hecho la gran mayoría de los juegos de mesa llamados «educativos» están relacionados con la memoria, la atención, el cálculo y la lógica.
Ojo, que está muy bien: si a los peques se les da bien los disfrutarán a tope, y si no es su fuerte, puede servirles para desarrollar estas habilidades.
Pero ¿qué ocurre con las capacidades lingüísticas?. También son fundamentales y solemos olvidarlas o subestimarlas.
A mi me encanta Palabrea, porque es divertido y porque con él «compenso» un poco. Una de mis chicas es buena en lo relacionado con la lógica y su hermana, que no lo es tanto, es muy buena en todo lo relacionado con las capacidades verbales.
Alternamos los juegos y de esta manera ninguna se siente frustrada.
¡Basta ya de rollo educativo!. También molan los juegos de cartas de toda la vida ¿verdad?. Soy muy fan de la ronda, el cinquillo, la pocha, la canasta etc., pero he de reconocer que Virus mola.
Es un juego de cartas «tradicional» en el sentido de que la suerte juega un factor importante, pero también es necesaria la estrategia.
Nosotros nos partimos de risa contaginado, robando órganos, vacunando…
Si no recuerdo mal Virus es para mayores de 8 años, pero mis chicas han empezado a jugar con 7. Como sabéis, el tema de la edad en los juegos es orientativo.
Con unas ilustraciones preciosas, este juego de cartas es el clásico juego de memoria, concentración y rapidez mental en el que hay que recordar la ubicación de las cartas hay boca abajo.
Es un sencillo juego de atención y rapidez que consta de cinco minijuegos o formas de jugar diferentes. El objetivo siempre es localizar el objeto común en las cartas. Un juego de atención y rapidez.
En realidad no recuerdo cómo se llama este solitario, así que lo he «rebautizado» en plan descriptivo.
Nunca está de más llevar un solitario en la maleta, porque en un viaje pueden darse mil y una situaciones, y no siempre se puede jugar en familia, o no siempre apetece.
El solitario de las ranitas saltarinas me encanta y es uno de esos juegos que enganchan. Lo mejor es que tiene retos de diferente dificultad, lo que les permite ir evolucionando y mejorando con el juego poco a poco.
También está indicado para peques a partir de 8 años, pero los niveles más sencillos son perfectamente aptos para niños y niñas un poquito menores.
Un juego de atención y velocidad. Muy fácil de explicar y súpersencillo. Se presentan una serie de cartas con un orden de colores dado, que los/as jugadores deberán reproducir con sus cubiletes de colores. Quien primero lo consiga golpea el timbre.
Hasta aquí la miniselección de hoy de juegos de mesa para niños aptos para maletas.
Espero que os haya gustado y, como dicen en Viel Spass, ¡que te divertas!
