Quizás penséis que he exagerado un poco con el título del post, pero nada más lejos de la realidad. Montefrío es uno de los 10 pueblos con las vistas más bellas del mundo, y no lo digo yo, lo dice nada más y nada menos que la Revista National Geographic, que revolucionó la vida de este municipio con un artículo publicado hace unos años.
Desde entonces, son muchos los turistas que se acercan hasta Montefrío para disfrutar de la belleza de sus vistas, pero es mucho más lo que este municipio ofrece al visitante, y de manera especial, a las familias que se aventuran a descubrirlo.
Si te estás preguntando cómo es posible que aún no te hayas animado a visitar este pueblo de encanto singular, situado apenas a una hora de la capital, en este post te vamos a dar muchas razones para quedar con tu grupo de amigos, montar a la tribu en el coche y pasar una jornada de turismo familiar estupenda repleta de historia, naturaleza y gastronomía.
Eso si, aviso, imposible recorrer y disfrutar de todos los atractivos que Montefrío ofrece en una sola jornada, por lo que repetir o elegir un alojamiento para pasar el fin de semana es casi obligatorio.
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¿Cómo llegar a Montefrío?
La mejor manera de llegar a Montefrío es por carretera, y existen dos opciones para hacerlo, por la autovía o bien por carretera nacional. La diferencia en tiempo es prácticamente inexistente, así que la decisión dependerá del tipo de carretera por el que te guste circular.
Una vez que llegamos al centro del pueblo, podemos dejar nuestro vehículo cómodamente en un parking público, bien señalizado y completamente gratuito, a escasos metros del inicio de la visita que os proponemos.
Visita guiada en tren turístico
Una de las mejores maneras de conocer el municipio, su historia y sus increíbles vistas es realizar la visita en el tren turístico que parte de la plaza.
Tren y peques es siempre una fantástica combinación ya que sumamos el encanto del medio de transporte a la parte interpretativa de la visita (realizada en español e inglés).
Durante el trayecto se realizan varias paradas, una de ellas en el mirador del National Geographic, con el que el municipio «devolvió» el detalle a la revista que lo lanzó a la fama.
Todas las fotos que toméis aquí salen perfectas, sin filtros y sin cámara de las que cuestan una pasta. Y para muestra, esta foto tomada «a lo loco» con el móvil.
Encontramos además un marco amarillo que replica la icónica portada de la revista y desde el que se observa la fotografía original que ésta publicó en su día.
Otra de las paradas del trayecto es el Convento de San Antonio, donde podemos ver un audiovisual sobre el aceite, uno de los motores económicos del pueblo, y realizar una degustación de su excepcional aceite de oliva. Si te fascina, y es casi inevitable, puedes aprovechar y llevarte algunas botellas a casa a un precio mucho más que razonable.
Y si te estás preguntando si a los niños les gustará lo de la cata…ya te digo yo que si. Si en mi casa les doy a probar aceite de oliva con unos picos, seguro que me mandan a paseo, pero es proponerles la experiencia en un contexto diferente y abalanzarse sobre el aceite para saborear sin prejuicios.
El precio de la visita es estupendo y está 100% recomendado. Podéis aventuraros a tomar el tren en una de las salidas periódicas que hace desde las 11:00 de la mañana en la plaza de la Iglesia, pero llamar con antelación es buena idea, ya que hay muchos grupos que realizan la visita en fin de semana y os podríais quedar sin plaza. Aquí os dejo el teléfono de contacto de este servicio que cuenta con un equipo de 10: 606 03 40 85
La ruta es circular, y termina en la conocida Iglesia de la Encarnación.
Una iglesia singular
La Iglesia de la Encarnación es otro de los grandes atractivos turísticos de Montefrío.
Se trata de una importantísima muestra del arte neoclásico en nuestro país (obra del genial arquitecto Ventura Rodríguez) y destaca por su planta circular, que reproduce la estructura del Panteón de Agripa en Roma. Su espectacular cúpula, de 28 m de diámetro es la segunda más grande España y la quinta del mundo.
La entrada es gratuita y el mismo personal del tren turístico nos ofrece una breve pero interesante contextualización del monumento a la entrada del mismo.
Fortaleza árabe-Iglesia de la villa
La Iglesia de la villa, construida sobre el antiguo castillo árabe, es otra de las paradas obligadas en la visita a Montefrío.
Podemos acceder dando un pequeño paseo que parte de la plaza de la Iglesia. En apenas 15 minutos, tras una subida que los peques hacen casi sin esfuerzo (y con la que tú te preguntas dónde quedó tu juventud), coronamos la peña sobre la que sitúan los restos de la antigua fortaleza y la Iglesia de la Villa.
La iglesia hoy no está dedicada al culto, sino que alberga el un interesante Centro de Interpretación sobre la última frontera de Al-Andalus, ya que éste castillo fue un lugar estratégico en la defensa del reino de Granada hasta su toma por los Reyes Católicos.
En nuestra visita, optamos por realizar esta ruta, para terminar comiendo en un mesón a las afueras del pueblo y dadas las fechas en las que realizamos la visita (otoño, con tardes muy cortas) nos resultó imposible realizar en el mismo día otra de las visitas que más nos atraían: el paraje conocido como las Peñas de los gitanos.
Así pues, repetimos visita a Montefrío seguro y nos calzaremos las botas de montaña para conocer en profundidad este lugar con la visita guiada que realiza una empresa por la zona, pero os dejamos aquí la información sobre las Peñas por si encontráis la manera de cuadrar la jornada para poder verlo todo en un día o bien realizáis una selección diferente de lugares a recorrer para vuestro día de turismo familiar en Montefrío.
Las Peñas de los gitanos
Se accede al paraje por la carretera que enlaza el municipio con Íllora (unas de las vías de acceso al pueblo), a unos 5 km antes de llegar al pueblo.
Además de por los restos arqueológicos del neolítico que allí encontramos, la zona es atractiva también por el paisaje, que ofrece un interesantísimo contraste con otros paisajes del pueblo, como los dominados por el olivar: un paisaje calcáreo, con numerosos tajos, terrazas y barrancadas, poblado de espectaculares encinas y monte bajo. Una auténtica delicia para el senderismo.
En la zona encontramos hasta un centenar de espectaculares sepulcros megalíticos, que parecen formar parte de tres necrópolis, según las excavaciones realizadas hasta la fecha.
La única manera de visitar la zona y los yacimientos es hacerlo a través de una empresa que oferta unas atractivas visitas guiadas, ya que todo se encuentra en una finca privada y no está permitido el acceso al público.
Se puede realizar la visita con grupos mínimos de 5 personas, así que es bastante sencillo «liar» a un grupo de amiguetes y disfrutar de una experiencia que todo el que la ha realizado recomienda sin duda alguna
Os dejo aquí el enlace a la web de la empresa con el contacto. ¡Nosotros ya tenemos la visita agendada!
¿Dónde comer?
No faltan estupendas opciones en el centro del pueblo para comer, pero nosotros optamos por hacerlo en el Mesón Curro Lucena, a las afueras, ya que dispone de zona infantil en el exterior con columpios y castillo hinchable, y cuando vas con peques…¡eso es acierto seguro!.
Os recomendamos reservar con antelación, porque los fines de semana está todo de bote en bote, y más si tiene instalaciones especiales para familias, como es el caso.
La comida resultó abundante y correcta (con opciones para todos los gustos), el servicio estupendo y la zona infantil nos permitió una espera de la comida y una sobremesa tranquila para los adultos.
No te puedes marchar de Montefrío sin…
¡Sin llevarte a casa algo de su gastronomía!.
Aceite, queso, bollería…todo irresistible y a precios muy razonables.
Nosotros no pudimos resistirnos a probar y comprar varias muestras del famoso queso montefrieño en uno de los establecimientos especializados del centro del pueblo. Amablemente nos ofrecieron diversos tipos de queso para probar y elegir el que más nos gustaba.
Muy recomendada también la visita a algunas de las pastelerías u obradores del pueblo, como la pastelería Suiza, donde se hornean deliciosos bollos de manteca y canela, bollos rellenos de chocolate etc. Eso si, en fin de semana hay que hacerlo pronto, ¡porque se agotan rápidamente!
Como podéis ver, Montefrío es todo un planazo de turismo familiar en Granada, y no conocer las maravillas que ofrece este municipio ¡pecado mortal!
¡Nos vemos en Montefrío familias!