Aquí va un post «casi de urgencia», que lo es a su vez de agradecimiento y, que para muchas personas, lo será también de presentación.
Aquí va, por fin, el post que hace mucho tiempo tenía ganas de dedicar al Museo Memoria de Andalucía.
Quizás os estaréis preguntando, ¿por qué «de urgencia»?. Pues porque el sábado y el domingo que viene, 14 y 15 de abril, estaremos allí con la III Feria Little, disfrutando de un espléndido fin de semana en familia, y llevo casi un mes (desde que lo anunciamos) flipando cada vez que la gente me pregunta «¿eso dónde está?».
¿¿¿¿En serio????.
Vale que no es uno de los museos «históricos» de Granada, vale que todavía hay quien se confunde entre «el cubo» y «el paredón» (hay que ver qué finos somos a veces en nuestra tierra para poner nombres populares a las cosas, oyes…); pero son ya casi 9 años los que disfrutamos en nuestra ciudad de una completísima propuesta cultural que, se mire por donde se mire, se merece algo más de cariñito.
Y el cariñito a este tipo de espacios se le da de una única manera: visitándolos.
Para solucionar la cuestión meramente práctica,es decir, explicar la mejor manera a las familias la ubicación del espacio, he contado de nuevo este año con la preciosa colaboración de la Asociacion de Familias pro Accesibilidad (más conocida como Bebés sin barreras), que han diseñado unas rutas accesibles para llegar al Museo. Podéis descargarlas aquí.
Al estilo comadre, os diré que el Museo Memoria de Andalucía está junto al Parque Tico Medina, frente al Parque de las Ciencias, muy cerca del Hospital de La Inmaculada…ahora si ¿verdad?
Siiii, ese edificio tan grande, con esa fachada tan alta, ese por el que algunas personas pasan y dicen «¿pero ahí que hay?», o «¿eso es lo del banco no?». Nooooo.
Ahora en serio, hablamos de esa joya arquitectónica proyectada por Alberto Campo Baeza, que es un referente en la arquitectura granadina posmoderna y que en sus 12000 metros cuadrados alberga un Museo, sala de exposiciones, teatro, talleres y una biblioteca-mediateca.
Allí, justo allí, vamos a hacer la Feria Little. Todavía no me lo creo.
Yo comencé a disfrutar regularmente del Museo Memoria de Andalucía cuando fuí madre (siete añazos tienen mis criaturas ya), así que puede decirse que mi visión del museo está algo sesgada hacia una de sus facetas: aquella que pone el foco en las propuestas dirigidas a las familias, los bebés, los peques, los coles…
Desde entonces, he participado en un Granadafamily Festival, he asistido a cuentacuentos, he celebrado allí el cumple de mis peques, he visto un Bebelé, he participado en una reunión participativa prelacionada con un precioso proyecto que ve la luz esta semana, he disfrutado locamente con mis hijas de la exposición Arte para aprender, he visitado varias veces el Museo en días «tontos», de esos en los que no sabes qué hacer…
He hecho todas esas cosas, y aún me quedan por disfrutar un sinfín de actividades del ciclo Pequemuseo, cada vez más variadas y más originales, o del ciclo Al museo en familia (tantos,tan bonitos y tan bien contados cuentacuentos), o colarme como observadora en los Universos sensoriales del programa Al museo con bebé.
Este verano mis niñas aparecerán en algún momento por allí, resulta también un recurso interesante para la conciliación, en esas fechas en las que los peques no tienen cole, pero los adultos seguimos trabajando (verano, navidad, semana santa, algunos puentes…). Saca de tu cabeza el concepto de «aparcaniños», ésto es otra cosa.
El Museo Memoria de Andalucía es un proyecto cultural que tiene un sólido compromiso con la infancia y las familias granadinas. Y acoger la III Feria Little tiene que ver con ese compromiso.
Por supuesto las actividades para familias y para colegios no son las únicas, sino que existe una variada programación cultural durante todo el año, diseñada desde una perspectiva inclusiva que permite que personas con diferentes capacidades puedan disfrutar del ocio y el tiempo libre y acercarsea la cultura y al arte: exposiciones, visitas guiadas, visitas bilingües, ciclos de cine, conciertos, representaciones teatrales, visitas arquitectónicas, festivales infantiles, jornadas de puertas abiertas, presentaciones de libros, conferencias, mesas redondas…
Tampoco se olvidan de aquellas personas con especiales dificultades que no pueden ir al Museo. El Museo también se mueve, llegando al Hospital Materno Infantil a la Penitenciaría de Albolote…
Y es que éste es un Museo social que entiende la inclusión en todas las facetas de su actividad, colaborando estrechamente con agentes sociales.
Para mi, y para todas las empresas Little, es imposible estar más agradecidos. Porque no sólo nos han dado hogar, nos han dado cariñito. Ese del que hablaba al principio…
Por eso también quería escribir ésto hoy, antes de la Feria, antes de que sea un éxito, (o no, porque eso depende de vosotros y vosotras, de vuestro apoyo y vuestra confianza en nuestra little-locura), antes de los abrazos y las enhorabuenas.
Hoy quiero agraceder el esfuerzo de un equipo que ha funcionado para la familia Little como un reloj: desde su directora, Eloísa del Alisal, con la que es una maravilla trabajar, pasando todas y cada una de las personas que integran el equipo. Mediadoras de museo, recepcionistas e informadoras/es, equipo de comunicación, personal técnico…Todos y todas, sin excepción.
Porque ¿sabéis qué?, al final ésta es la gente que hará que el Museo Memoria de Andalucía sea cada vez más parte de nuestras vidas, ésta es la gente que está haciendo que el Museo y sus actividades se cuelen en nuestras agendas, en nuestros planes en familia y en nuestros corazones.
Dadles cariñito, se lo merecen. Visitadlos. ¿Comenzamos por la Feria Little?