Si hay un municipio en Granada que está apostando por el turismo familiar, ese es Monachil.
Destino habitual de las familias granadinas y foráneas gracias a su proximidad a la capital, a sus recursos naturales (el Parque Nacional de Sierra Nevada, la estación de esquí, la conocidísima ruta de Los Cahorros), o sus múltiples restaurantes y merenderos, este pueblo ha tenido la enorme virtud de no quedarse ahí.
La propuesta de turismo familiar de Monachil va mas allá de los planes que son un éxito garantizado y no necesitan de promoción, para centrarse en la defensa decidida de su historia, su cultura y su artesanía, sin olvidar las tendencias mas actuales de propuestas tan interesantes como su ya clásico Festival de Swing el rockero Sierra Nevada por todo lo alto, que no olvida a los peques en su programación.
Todo un catálogo de experiencias para vivir y saborear un pueblo a caballo entre la tradición y la modernidad, que ha tenido el acierto de pensar también en las familias.
Hoy os hacemos un resumen de algunas (porque hay muchas más) de las experiencias mas interesantes para disfrutar en familia en un municipio privilegiado a escasos 10 minutos de la capital.
¿Preparado?. ¡Salimos hacia Monachil con la tribu!.
Tabla de contenidos
¿Cómo llegar a Monachil?
A Monachil se llega en un plis, bien en coche, bien en transporte público.
Si vuestro destino es Monachil pueblo, donde se concentra el núcleo de la propuesta familiar de ocio, y os desplazáis en coche, es aconsejable dejarlo en el aparcamiento habilitado por el Ayuntamiento. Ojo, si es fin de semana hay que tener en cuenta que los madrugadores tienen premio, porque en las estaciones de buen tiempo el parking se pone literalmente a tope con los visitantes que recibe la ruta de Los Cahorros.
A mi la opción de transporte público me parece siempre un acierto, por cómodo y ecológico, y en este caso es viable, ya que el pueblo está bastante bien comunicado.
¿Qué hacer en familia en Monachil?
De todo el catálogo de experiencias que nos ofrece Monachil (y que os recomiendo vivamente consultar), nos centraremos únicamente en algunas de ellas, las menos conocidas, y dejando para una «segunda vuelta», planes clásicos como la ruta de Los Cahorros, la Estación de esquí de Sierra Nevada, o las múltiples rutas por el Parque Nacional de Sierra Nevada.
Descubrir la artesanía de Monachil
La artesanía es uno de los puntos fuertes de Monachil, tanto en sus manifestaciones mas tradicionales (la alfarería o la taracea), como en el desarrollo de trabajos mas innovadores o actuales en cuero, fabricación de productos cosméticos o textiles.
Visita a La Casa Azul
La Casa Azul es un precioso proyecto colaborativo que desarrolla una Asociación de mujeres artesanas del municipio.
En este establecimiento pequeño y coqueto frente a la parada del autobús, que da un toque pintoresco y muy boho al centro del pueblo, encontramos una tienda en la planta baja, en la que se exponen y venden al público las piezas de arteanía que elaboran las socias.
Artesanía textil, en piel, productos cosméticos… imposible entrar y no pecar para llevarnos un recuerdo del buen hacer de estas mujeres, que defienden una forma de trabajar despacito, llena de mimo, una forma de vivir y de entender el comercio y el consumo que apuesta por la sostenibilidad sin prejuicios.
Pero es en las plantas de arriba donde sucede la magia… en ellas, las artesanas tienen sus espacios de trabajo y ofrecen periódicamente, en colaboración con el Ayutamiento o a petición de personas y grupos interesados, talleres de artesanía sobre sus especialidades.
Es posible solicitar un taller de artesanía para peques y disfrutar, como hicimos nosotras de la mano de Yolanda Díaz del proceso de fabricación, por ejemplo, de una pulsera de cuero.
Nada mejor que descubrir de primera mano los entresijos y dificultades del trabajo manual y artesano para valorarlo.
Por eso, tengo claro que esta experiencia va mas allá del mero ocio, que lo es, adoptando tintes muy educativos que harán que nuestros peques valoren y aprecien el trabajo artesano, además de reflexionar sobre las pautas de consumo masivo a las que estamos habituados.
A mis chicas les encantó, y daba gusto verlas esmerarse con unas sencillas pulseras que no hay manera de que se quiten 😉
Planazo para una mañana o una tarde de sábado o domingo que puede organizarse bajo demanda para peques o también (y es mucho más divertido) para familias al completo.
Maravillarse con la taracea
Tararte, la tienda-taller de artesanía en taracea de Vitoriano Martín Lafuente ubicada en la Calle Río nº13, es visita obligada para quienes deseen descubrir las técnicas tradicionales de este arte centenario.
Pocas cosas hay mas granadinas que la taracea y, desfortunadamente, pocas menos copiadas que esta técnica de decoración compleja y esmerada, cuyos secretos están al alcance de unos pocos.
Piezas únicas, algunas cuya fabricación lleva meses y meses, como los impresionantes bargueños, y otras sencillamente perfectas para un regalo o autoregalo espléndido.
En la entrada de este taller único nos recibe un mural del Niño de las pinturas y dentro, Vitoriano, un artesano de los que ya no quedan, que no duda en mostrarte su trabajo y explicarte la forma en que elabora, con increíble precisión, piezas únicas e irrepetibles
Un hombre singular que afirma ser muy nervioso, pero cuyo perfeccionismo extremo y afán de superación llevan a dedicar horas y horas a un trabajo tan minicioso como poco valorado. Impagables sus consejos para descubrir las falsificaciones que cirulan en un mercado que no valora el tiempo y la dedicación que un trabajo de este tipo requiere.
Aprender sobre la cerámica granadina
La Alfarería Blas Casares, en la calle Granada 29, es parada obligada en esta ruta de la artesanía, no solo por la calidad de su trabajo, sino también porque ha sido reconocido recientemente como Punto de interés artesanal. Un distintivo que reconoce la trayectoria y el buen hacer de varias generaciones de alfareros dedicados a la fabricación de cerámica.
Es el momento de llevarse alguna pieza a casa y romper así las estadísticas que nos cuentan todos y cada uno de los artesanos y artesanas del municipio: la inmensa mayoría de sus clientes son turistas. Apenas reciben compras de clientes locales, menos habituados a apreciar el trabajo artesano y su valor. ¿Le damos un vuelco a estos datos entre todos?
Y por supuesto, es el momento perfecto para que nuestros peques vean un torno, un horno… y descubran cómo se fabrica artesanalmente la cerámica.
Descubrir la cultura argárica con una visita guiada al yacimiento del Cerro de la Encina
Este es sin lugar a dudas uno de los mejores planes en familia que nos oferta Monachil.
Las visitas guiadas y teatralizadas al yacimiento del Cerro de la Encina son un planazo familiar que nos permite sumergirnos en la edad del bronce y vivir una experiencia muy argárica 😉
Se trata de una actividad que dura unas dos horas y media o tres (en función del grupo y de la duración de la parada-aperitivo que se realiza a medio camino) y que recorre un trayecto realmente accesible, en el que vamos llaneando casi todo el camino (con excepción de la última subida al cerro).
Apta para peques a partir de unos 5 añitos aproximadamente y por supuesto para adultos con ganas de pasarlo bien y divertirse mientras aprenden un poco más sobre este importantísimo yacimiento arqueológico.
Inés, la guía de Granadaways que realiza la visita, es parte clave del éxito de esta propuesta llena de valores medioambientales, lúdicos y pedagógicos. Y por lo que respecta a la parte teatralizada…simplemente contaros que es un 10 y animaros a leer el post en el que comentamos la visita con detalle.
Nada como un chamán o una chamana con sentido del humor para viajar en el tiempo…
Aprender a montar o disfrutar de una ruta a caballo
Otra posibilidad para disfrutar de la naturaleza y acercar a nuestros peques al mundo de los caballos es contactar con el estupendo Club Ecuestre Molino de San Pedro.
Un precioso proyecto familiar de una gente XXX para quienes los caballos son su vida, su pasión y su profesión.
Las instalaciones del Club Ecuestre son preciosas y están llenas de encanto, además de perfectamente integradas en un entorno natural único, lleno de tranquilidad y belleza.
Son muchísimos los planes en familia que podemos realizar teniendo como campamento base el Club, así que simplemente os destaco los más apetitosos:
- Realizar una ruta a caballo por la Sierra: no es preciso saber montar previamente, ya que en la primera parte de la mañana nos realizarán un suave acercamiento a los caballos, informándonos sobre las normas básicas de seguridad y entrenándonos para que la experiencia sea un auténtico disfrute. Nada de cabalgar, tranquilos, simplemente disfrutar a paso lento de una naturaleza privilegiada, en compañía de un animal extraordinario.
- Celebrar un cumpleaños: es posible organizar allí el cumple de los niños/as, que realizan una iniciación a la monta y después disfrutan de una merienda o almuerzo. Para el tema de la merienda tenemos la opción de llevarla nosotros mismos, o bien dejar encargados de todo a los profesionales del Club.
- Apuntar a los niños/as a un campamento de verano: siiiii, en este lugar maravilloso organizan campamentos de verano. En ellos hay clases teóricas y prácticas sobre equitación, además de ocio, juego y piscina al aire libre rodeada de árboles.
- Aprender a montar: existen clases de equitación de distinto tipo y para todas las edades, por lo que es una actividad que podemos compartir con los niños si nos apetece.
Sin lugar a dudas, lo que mas me gusta de estas propuestas es el enfoque que desde el Club dan a su actividad: se centran en el respeto y el cuidado de los animales, potenciando siempre la responsabilidad de los peques hacia los caballos, su cuidado y su mantenimiento.
¿Dónde comer con niños en Monachil?
Si algo no falta en Monachil (tanto en el Pueblo como en el Barrio), son las opciones para comer.
En Monachil pueblo encontramos numerosos establecimientos y terrazas junto al río, aptas para todos los gustos y a medida de casi todos los bolsillos.
Existen algunos restaurantes que disponen de zona infantil, lo que resulta una opción estupenda cuando se va en grupo y hay muchos peques: La huerta del laurel, con sus camas elásticas, Los Cerezos, con una amplia y equipada zona infantil o el más reciente Italo Granada, son buenos ejemplos de restaurantes con áreas de juego infantil.
Ojo, que no ir con niños no significa ir necesariamente a un establecimiento que tenga zona infantil. Alguna vez lo he comentado, nosotros vamos con las niñas a todo tipo de establecimientos, sin limitación de ningún tipo, mas que la del propio criterio, y todavía no ha ocurrido ningún desastre… Es cierto que esto es muuuucho más sencillo cuando vamos solos los cuatro, y casi una utopía cuando se va en grupo y los peques se acumulan…
Si optáis por otro tipo de restaurantes, no puedo dejar de recomendaros La Cantina de Diego, con una cocina sencilla pero extraordinaria y una carta plagada de producto local de primerísima calidad. Atención de diez en un ambiente muy relajado.
Como podéis ver, Monachil tiene más de una visita (y apenas hemos comenzado a contaros sus opciones de ocio compartido) para disfrutar en familia, así que sin dudarlo, meted los datos en el gps y dejáos llevar hasta este paraíso cercano de vez en cuando.
Lo merece.
