Víznar tiene muuuuucho que ofrecer a las familias.
Planes de turismo familiar que van desde aventuras que nos pueden llevar a volar entre árboles, turismo de naturaleza y senderismo del bueno, memoria viva de nuestra historia más reciente, calles llenas de encanto y numerosos establecimientos donde comer y reponer fuerzas.
Pasar el día con la familia en Víznar es sinónimo de acierto, y escoger entre todas las opciones de turismo familiar que nos proponen, todo un reto.
Por eso os proponemos visitar Víznar más de una vez, y repetir, claro que si, repetir muchas veces, porque este pueblo es una auténtica delicia para las familias.
Tabla de contenidos
Cómo llegar a Víznar
La forma más sencilla de desplazarnos en familia para disfrutar de las diferentes propuestas de ocio familiar de Víznar es utilizar el coche. Sobre todo porque los lugares que vamos a visitar están en diferentes puntos entre los que no hay comunicación mediante transporte público.
Tardamos unos escasos 25 minutos en llegar a Víznar (menos de lo que nos encontramos en cualquier atasco en la capital) y la opción más rápida y cómoda es utilizar la autovía A-92 (dirección Guadix-Almería).
Conocer el Parque Natural de la Sierra de Huétor: el Centro de Visitantes de Puerto Lobo
Para mi los Centros de Visitantes son completamente imprescindibles a la hora de acercarse a un entorno natural protegido como es el Parque Natural de la Sierra de Huétor.
Son la puerta de entrada a un territorio, su historia, sus costumbres y, sobre todo, su naturaleza. Los valores, recursos y maravillas que han convertido una zona en espacio protegido son explicados aquí a la perfección, y nos ayudan a valorar y sobre todo a aprender a proteger y respetar los espacios que vamos a visitar.
En Víznar encontramos el Centro de Visitantes de Puerto Lobo, junto al área recreativa del mismo nombre.
La entrada es gratuita y en el interior podemos seguir un recorrido que nos lleva a descubrir la historia del Parque Natural de la Sierra de Huétor, sus recursos naturales y la forma en que ha evolucionado.
Un recorrido muy interactivo que puede ser realizado perfectamente de manera autónoma y que encanta a los peques, que son invitados en todo momento a explorar por si mismos una exposición bastante completa.
Además, el Centro de Visitantes de Puerto Lobo tiene todas las papeletas para que lo incluyamos en nuestra agenda familiar, ya que a lo largo de todo el año se organizan diversas actividades, muchas de ellas dirigidas a familias, que nos invitan a conocer un poco mejor el Parque y que son un auténtico lujazo: observación del cielo nocturno, taller de pan, rutas guiadas en familia…
El Centro de Visitantes puede ser perfectamente el campamento base del que partamos hacia las dos propuestas de ocio familiar que se encuentran a escasos metros del mismo: La ruta de las trincheras del Cerro Maúllo y el parque de tirolinas Aventura Amazonia
Visita a las trincheras de la guerra civil del Cerro Maúllo
A lo largo de toda la Sierra de Huétor encontramos numerosos ejemplos de patrimonio defensivo de la guerra civil española que se conserva en muy buen estado.
Una de las mejores muestras del mismo son las trincheras del conocido Cerro Maúllo, que pueden ser visitadas siguiendo la ruta que que se inicia a escasos metros del Centro de Visitantes de Puerto Lobo.
Se trata de una impresionante muestra de las fortificaciones utilizadas durante la contienda, y que están ubicadas en un paraje de singular belleza y extraordinarias vistas.
No es una ruta recomendada con niños muy pequeños (a no ser que vayan en mochila portabebés), ya que hasta llegar al cerro tenemos una importante subida. Sin embargo, es un trayecto relativamente corto (unos 30-40 minutos de ida y otros tantos de vuelta) y el esfuerzo merece la pena sin ningún género de dudas.
Con peques un poco más mayores, a partir de unos 7 u 8 años, es perfectamente viable, siempre que estemos atentos y observemos las medidas de seguridad recomendadas.
Desde mi punto de vista son un básico imprescindible, tanto para adultos como para niños, que nos permite introducir a nuestros hijos en una época clave de nuestra historia más reciente.
La visita puede hacer sede forma autónoma, aunque hay algunas empresas que ofertan la visita guiada, siempre mucho más enriquecedora.
Si la hacéis por vuestra cuenta, os puede resultar interesante revisar este material con información sobre el sendero y lo que vamos a ver.
Y si, como a mi, os fascina el tema del patrimonio defensivo de la guerra civil en esta zona, no dejéis de visitar la web de Alfanevada, desde la que podéis descargar un montón de información y de rutas por diferentes zonas.
Volar entre árboles: Aventura Amazonia
¿Os imagináis volando entre los árboles de la Sierra de Huétor?. En Víznar es posible gracias a Aventura Amazonia y su parque de tirolinas.
Eliminad de vuestra mente las tirolinas a las que estamos acostumbrados, muchas de ellas en espacios urbanos, y pensad por un momento lo espectacular que puede resultar saltar de un árbol a otro, poner a prueba vuestro equilibrio y vuestra pericia y vivir emociones fuertes con la tranquilidad de que se trata de una actividad 100% segura.
Todo eso es posible en Aventura Amazonia, un lugar lleno de encanto en el que te sientes como en el poblado de los Ewoks de Star Wars…
Existen diferentes opciones para disfrutar de la actividad, que dura unas tres horas aproximadamente: hay circuitos para peques muy peques, infantil, junior…¡y para auténticos tarzanes!.
Os contamos con detalle nuestra experiencia en este post, de la que tengo que destacar algo por encima de todo: la seguridad.
Si alguien siente reparos a la hora de realizar esta actividad en familia, puede sentirse muy tranquilo/a, ya que en Aventura Amazonia cuentan con el sistema «línea de vida segura», que garantiza siempre la seguridad de los «saltadores» incluso en caso de error humano.
Además, la formación intensiva y estricta para que la experiencia sea tan estimulante como segura, es el punto de partida de esta aventura que es válida tanto para disfrutar de una mañana, como incluso para celebrar allí el cumple de nuestros peques.
Recorrer el pueblo de Víznar
Víznar pueblo pequeñito, de escasos 1000 habitantes, pero con muchísimo encanto. Quizás por eso es uno de los lugares donde muchas familias tienen una segunda residencia en la que pasar al fresquito de los rigores del verano o disfrutar de inviernos junto a la chimenea, mientras disfrutan de los placeres de un pueblo donde todo es amabilidad y ritmo lento.
Fundamental darse un paseo por el casco histórico del pueblo, recorriendo sus cuestas y calles pintorescas, e incluso parando a disfrutar de algunos de los parques infantiles, modernos y bien equipados, con los que cuenta el municipio.
Pocas personas saben que en Víznar tenemos todo un monumento nacional, el Palacio del Cuzco, una construcción del siglo XVIII llevada a cabo por el entonces arzobispo de Granada, de origen peruano, como residencia de verano.
Actualmente en manos privadas, únicamente podemos curiosear por las ventanas cerradas de este precioso edificio y avistar sus jardines, así como los frescos de inspiración italiana de su fachada. A quien corresponda: sería maravilloso poder visitarlo.
¿Dónde comer en Víznar?
Hay muchas opciones para comer en Víznar.
Muy cerca del Centro de Visitantes de Puerto Lobo y de Aventura Amazonia encontramos el Área recreativa de Puerto Lobo, donde podemos hacer uso de los bancos y mesas de piedra, o tumbarnos en el césped tranquilamente.
Justo allí encontramos también un kiosko con un bar-restaurante donde podremos disfrutar de una comida sencilla y correcta mientras los peques juegan al aire libre.
Si os apetece conocer el pueblo, encontraréis varias opciones interesantes, como por ejemplo el kiosko que hay en el Parque de la Libertad, que cuenta con parque infantil junto a la terraza. Ideal para un mediodía soleado de invierno y sencillamente perfecto para una noche de verano.
Para algo más especial, sin lugar a dudas la propuesta es el conocidísimo Horno de Víznar. Lejos de lo que conocemos como un «restaurante para familias» y no apto para quienes llevan carrito de bebé, ya que hay que subir escaleras, es un lugar lleno de encanto y sabor, amén de una propuesta gastronómica fabulosa.
Ideal si vais en familia, pero menos indicado para grupos grandes con peques «muy activos», probar cualquier cosa que salga de su horno, que tiene su origen en las viejas tahonas en las que se elaboraba el pan, es un acierto seguro. Ojo, reserva necesaria, porque en fin de semana tiene muchísima demanda (y una recomendación: el rincón de la chimenea si vais en invierno).
Meted en vuestro GPS los datos de Víznar, porque estamos seguros de que lo vais a visitar muchas veces en familia.
Mientras tanto, os dejamos con un vídeo resumen de nuestra fantástica experiencia en este pueblo bonito.
¡Nos vemos en Víznar!