Para muchos, la silla de paseo ligera es ese gasto extra que no pensaban hacer. Cuando te compras tu carro para el bebé, con su capazo y su silla, tan mono, te dejas un capitalito en ello y lo que menos esperas es tener que hacer un nuevo desembolso en pocos meses.
Pero la realidad es que la inmensa mayoría de los carritos de bebé se convierten en un engorro una vez que el peque deja el confort del capazo: por lo general tienen chasis muy grandes, en ocasiones plegados nivel ingeniero de la NASA y siempre, repito, siempre, te ocupan la mitad del maletero.
Y si tenemos en cuenta que vamos a necesitar la silla de paseo hasta los 3 añitos (como poco), no es cuestión de pasarse dos y medio empujando algo que cada día ves más como una carreta del Rocío o un paso de semana santa, con la que vas en peregrinación por toda la ciudad (ya ni te digo si sales de viaje).
Ojo, no quiero decir que la silla de paseo ligera sea un «must». Ni mucho menos. Quien me lee con frecuencia sabe que no creo en consejos válidos para todo el mundo, sino en que cada familia compre aquellos artículos que mejor se adaptan a su estilo de vida, a la accesibilidad de su casa y su barrio, a las dimensiones de su coche etc.
Eso implica que muchas personas se va a apañar perfectamente con el carro del bebé hasta que el peque deje de necesitarlo. Bien porque en su momento eligieron un tres piezas muy ligero, bien porque han optado por una silla de paseo que puede ser utilizada desde el nacimiento (opción realmente prática y cada vez más habitual), bien porque lo utilizan muy poco y portean mucho…
Pero muchas otras (entre las que me he encontrado yo, confieso), se van a ver en la necesidad de comprar una silla de paseo ligera: porque viajas con frecuencia y el maletero de tu coche está «invadido» por el megacarrito, porque tienes que subir escaleras con frecuencia y no puedes «tirar» del carro, porque te has dado cuenta de que tu carro pesa un motón, y tu peque está cada día más grandote, y pesa cada día más, y vas a terminar gastándote una pasta en fisioerapeuta…
Si es tu caso, no te lo pienses, ni dilates la compra. Cuanto antes mejor. Que si, que da rabia, que el carro te costó una pasta y te ha durado dos días, que no te digo yo que no…, pero no te empeñes en sostenella y no enmendalla a costa de tu comodidad.
Y aún diría más, no temas comprar una silla ligera de calidad. En muchas ocasiones, después de haber realizado una buena inversión en el carro del bebé y constatar que lo han utilizado apenas seis meses, las familias se niegan a comprar una silla de paseo cara y se decantan por opciones muy económicas.
Sin embargo, la silla de paseo ligera es probablemente el artículo de bebé que vas a utilizar durante más tiempo (eso y si me apuras la trona, si es evolutiva), y es, sin lugar a dudas, el que más va a «sufrir»: tendrá que aguantar cada vez más peso (tu peque crece), más viajes (si, volver a viajar es posible…), más todo.
Mejor que sea buena, o terminarás comprando dos.
Si piensas tener más de un bebé ya ni hablamos…
Y ahora ya no tienes excusa para equivocarte, ya tienes cierta experiencia y sabes qué necesitas y qué no. Elige bien.
No hay una silla de paseo ligera perfecta para todo el mundo: quizás eres muy amiga de los paseos y las excursiones, y lo que te viene bien es una silla «todoterreno», con ruedas grandes y neumáticas…Pero estas sillas serán un engorro para quienes tienen que viajar con frecuencia y tienen un coche pequeño…
Planteáte tu forma de vida, tus necesidades reales.
Para la mayoría de las familias, la mejor elección es una silla de paseo compacta.
Y es que en la mayoría de los casos, el cambio de carro a silla viene motivado por problemas de espacio: ese maletero que cada día parece más pequeño…
Si es tu caso, te propongo la Qbit+, una silla nueva en el mercado que me parece realmente alucinante.
Como sabéis, he tenido una tienda de puericultura durante cerca de cinco años, por lo que conozco casi todos los trucos para vender sillas. Uno de los que más utilizamos en las tiendas es el «momento plegado». ¿Sabes cuando la dependienta te enseña cómo pliega la silla y parece un marine de los Estados Unidos cuadrándose ante su superior?. Pues está ensayadísimo.
Si pliego la silla en un tris, el cliente dice «ostras, qué fácil, qué maravilla, quiero, no, necesito esa silla». En ocasiones, la silla es dura como el hierro, y la dependienta tiene un músculo que ni Rafa Nadal sacando…, o se ha pillado la mano mil veces antes de plegarla así de guay…
Prueba tú a plegarla, siempre, sin excepción, a ver si te resulta tan fácil.
Bueno pues con la Qbit, si te resulta tan fácil. No hay truco. Se pliega en un solo movimiento y con una sola mano. No vas a tener que hormonarte para aumentar tu masa muscular y conseguir ese plegado de teniente O´Neill que te enseñaron en la tienda. La Qbit prácticamente se pliega sola.
Y, se queda pequeñita, pequeñita…, lo que viene siendo una auténtica silla compacta vamos. Perfecta para el maletero más pequeño.
Por lo demás, tiene todas las prestaciones que debemos pedirle a una silla de paseo ligera: reclina completamente, con una posición horizontal que es adecuada desde el nacimiento, tiene ruedas grandes, lo que la hace maniobrable y ligera, e incluso puede ser utilizada como travel sistem (con unos adaptadres se le pueden colocar las sillas de auto de GB y de Cybex).
Me gustan especialmente la capota XXL y la apertura con rejilla, ideales para el verano. El reposapiés es regulable en altura (comodísimo cuando el peque se queda dormido), lleva barra de seguridad y la cesta portaobjetos tiene un tamaño excelente.
Y si, es chula. Colores bonitos entre los que elegir y todo eso, pero no es lo más importante cuando buscas una silla compacta.
Recuerda, «be práctica my friend»…
- Si deseas comprar la silla Qbit plus puedes hacerlo en cualquiera de las tiendas Little Granada. Pero si nuestra ciudad te queda un poco lejos, también puedes comprarla cómodamente en Amazon clickando en la imagen de aquí abajo 😉