Se nos olvida que, hace no demasiado tiempo, caminar era una forma habitual de desplazarse entre una localidad y otra. Ni autobús, ni coche, ni moto…, no, sencillamente tus pies uno delante de otro.
Quizás por eso muchos caminos históricos que fueron utilizados durante siglos, se han ido perdiendo poco a poco. Caminos que servían como red comercial, pero también para el intercambio de ideas y cultura. Caminos como el que hoy os invito a conocer y recuperar: el Camino del río Beas.
El Camino del río Beas lleva siglos siendo transitado, y no exagero cuando hablo de siglos: hay constancia de que en época romana ya se utilizaba, ya que el agua del río Beas se canalizó para ser utilizada en la explotación aurífera de Cenes de la Vega.
Parte de la zona que recorre tuvo también capital importancia en época medieval, ya que en ella se realizaba la principal captación de agua del río Darro para abastecer de agua a la Alhambra.
Parte de su trazado recorre también la ruta mozárabe del Camino de Santiago, que merece un post aparte y de la que os hablé un poquito en los post dedicados a Dúdar y a Quéntar .
En definitiva, este camino que conectaba la capital con Guadix (por lo que también se le conoce como Camino Viejo de Guadix), tiene mucha historia, pero sobre todo, quiero creer que tiene mucho presente y mucho futuro.
Además, este camino tiene una singularidad única, ya que actúa como conector de una zona urbana con diversos tipos de espacios naturales. Crea un fantástico corredor verde, carente de barreras arquitectónicas o red viaria, que conecta un parque periurbano (parque periurbano de Granada) con un Parque Natural (Parque Natural de la Sierra de Huétor).
Todo esto está muy bien, pero hoy os lo cuento aquí porque para mí es una ruta perfecta para senderismo familiar.
No es excesivamente dura (casi todo el camino llanea y va subiendo poco a poco, sin grandes pendientes), está llena de atractivos como el Cortijo de Jesús Del Valle o la Presa de la Acequia Real de la Alhambra, y no le faltan aventurillas como la necesidad de cruzar el río varias veces saltando o utilizando caminos de piedra.
Para redondear, nos permite prescindir completamente del coche, ya que partimos de la capital caminando y hacemos la vuelta en autobús público.
¿Todo esto te suena a gloria?, pues sigue leyendo, que te doy todos los datos necesarios para que disfrutes del Camino del río Beas en familia.
Tabla de contenidos
¿Cómo hacer la ruta del Camino del río Beas sin perderte?
La parte del camino que transcurre por la capital, desde Plaza Nueva, pasando por la Acera del Darro, siguiendo por el Paseo de los Tristes y el Camino del Sacromonte, no tiene pérdida. La cosa se complica un poquito al llegar al Cortijo Jesús del Valle, ya que hay unas cuantas intersecciones.
A lo largo de todo el camino encontramos varios puntos con señalización física en forma de monolitos con flechas, pero si de verdad no quieres perderte ¡utiliza Wikiloc! Os dejo la ruta aquí enlazada en Wikiloc.
Para mí, Wikiloc ha sido un grandísimo descubrimiento. Puedes seguir la ruta fijándote en las fotos y los textos, pero si de verdad no quieres correr el riesgo de despistarte, lo suyo es tener la versión premium de la aplicación. El precio es mínimo (10 euritos al año ¡al año!), y las prestaciones son brutales. Con tu móvil, te guiará todo el tiempo y te avisará si te desvías de la ruta.
Qué queréis que os diga, por 10 euros al año, haciendo excursiones con peques, yo prefiero no jugármela. Además, cuando la tienes, como no temes perderte, te animas a hacer más y más rutas, aunque no estén perfectamente señalizadas o no vayas con alguien que las conoce. Y no, no me llevo comisión ni nada por recomendar la app 😉
¿Cuánto dura la ruta del camino del río Beas?
Hemos planteado la ruta solo de ida y lineal. Es decir, de Granada a Beas de Granada y vuelta en autobús de línea.
Dura unas tres horas y media, a ritmo tranquilo y haciendo alguna parada para picar algo y disfrutar de las vistas. Perfectamente asumible para casi todo el mundo.
Para peques, ya sabéis, depende de lo acostumbrados que estén a andar, así que no puedo definir una edad concreta. Yo la hago con mis hijas desde los 10 años y van perfectamente, pero eso sí, están acostumbradas a rutear. Es cuestión de que cada uno valore.
Trazado de la ruta del camino del río Beas
Partimos de la capital
Iniciamos el camino en Plaza Nueva. Seguimos recorriendo la Acera del Darro, el Paseo de los Tristes y el Camino del Sacromonte.
Si como yo vivís en Granada, estoy segura de que habitualmente no pasáis por los lugares más turísticos, así que hacerlo de vez en cuando viene fenomenal para recordar por qué Granada es una de las ciudades más bellas del mundo.
Y para anotar en tu agenda que hace mucho que no visitas el Museo Arqueológico, o el Palacio de los Córdova, el Centro de Interpretación del Sacromonte, o la Abadía del Sacromonte...
Las vistas son maravillosas y recorrerlas como turistas en su propia tierra, un lujo a nuestro alcance.
Cortijo Jesús Del Valle
El camino pasa junto al conocido Cortijo Jesús Del Valle, un precioso paraje declarado Bien de Interés Cultural que se encuentra hoy en un lamentable estado de conservación.
Construido por la Compañía de Jesús hacia 1645, constituye uno de los mejores ejemplos de las fincas agrícolas gestionadas por los jesuitas durante los siglos XVII y XVIII. Este tipo de explotaciones agropecuarias gestionaban el terreno mediante la construcción de edificaciones que constaban de espacios destinados a la explotación agrogranadera (terrenos agrícolas, cortijo, cuadras) y a la transformación de lo allí obtenido (molino de aceite, molino de harina, lagar…), así como de espacios destinados a la orden religiosa que eran utilizados como residencia temporal o villa de recreo.
Tras la expulsión de los jesuitas y la desamortización de sus propiedades, pasó a manos privadas, en las que continúa hasta nuestros días.
Acequia Real de la Alhambra
Tras atravesar una zona de olivar, llegamos a la presa que inicia la Acequia Real de la Alhambra, un lugar perfecto para hacer una parada y reponer fuerzas.
La Acequia Real es fundamental para entender La Alhambra en su conjunto, ya que es elemento clave de la red hidráulica que abastecía a la ciudad palatina. Os dejo aquí un vídeo cortito que lo explica súper bien.
Evidentemente, la presa que vemos hoy día no es la presa nazarí, sino que data del s.XX, pero se localiza en el mismo sitio que la presa original. A partir de este punto, la acequia se separa del cauce del río, elevándose a lo largo de un camino de 6 km hasta llegar a La Alhambra para abastecerla de agua.
Cortijo de Cortes
Siguiendo el camino atravesamos una finca particular, el precioso Cortijo de Cortes, que tuvo la condición de municipio hasta el s.XVI. Puesto que se trata de una propiedad privada (y dado que pasamos por la misma puerta del cortijo), recomendamos ser todo lo amables y respetuosos que somos siempre los senderistas.
¿Te imaginas que alguien pasara por la puerta de tu casa, atravesando tu jardín armando follón, haciendo fotos, deteniéndose…? Pues eso. Tan sencillo como saludar si encontramos a alguien y pedir permiso para pasar amablemente. Nosotros no hemos tenido problemas nunca.
Cruzando el río
A partir de aquí tendremos que cruzar el río varias veces en nuestro ascenso hasta Beas de Granada. Casi siempre es bastante sencillo, aunque existe algún paso un poquito más ancho, con piedras para cruzar, que exige cierta habilidad para no mojarse un poco los pies.
Gracias a la actuación de Salvemos la vega, se ha limpiado parte del camino de especies invasoras y se han construido pasarelas con piedras naturales para atravesar el río con mayor facilidad.
Lo mejor es llevar calzado gore tex o calcetines de repuesto por si las moscas (sobre todo en invierno). En nuestro grupo, las más jóvenes (mi hermana y mis hijas) cruzaron como auténticas campeonas. José Manuel y yo fuimos un poco más torpes y nos mojamos las botas un poco, pero ya os digo, nada grave.
En este trayecto se produce la unión entre el Río Darro y su principal afluente, el Río Beas. Si seguís la ruta marcada en Wikiloc veréis el punto exacto de unión, que no está marcado por señalización física.
Entrando en Beas de Granada
El único tramo con una pendiente más pronunciada es el que nos lleva a entrar en Beas de Granada, dejando a ambos lados numerosas fincas agrícolas, ejemplo de los minifundios que dominan la zona.
Casi ya en el pueblo hay una fuente en la que refrescarse un poquito, y un poco más adelante encontramos los antiguos lavaderos y la pintoresca Plaza de la Iglesia.
¿Dónde comer en Beas de Granada?
Hay varias opciones para comer (y las podéis ver todas recogidas en el post dedicado al turismo familiar en Beas de Granada en esta misma web), pero me vais a permitir que, por una vez, sea totalmente parcial: os recomiendo comer en el Restaurante Envero.
¿Por qué? Bueno, no suelo contarlo mucho por aquí, pero Envero es uno de los proyectos que gestionamos José Manuel y yo desde hace unos 6 años.
Yesss, tenemos un bar-restaurante en Beas de Granada, el pueblo de mi marido y mi pueblo de adopción, que surge del deseo de mi marido de darle un aire nuevo al bar que tuvo su familia toda la vida, de hacer algo diferente en su pueblo, de dar a conocer las virtudes de la comarca a través de la gastronomía.
Abrimos únicamente en fin de semana (tanto él como yo tenemos otros trabajos) y os recomiendo reservar con antelación. En verano para pillar terraza, y en invierno para coger el mejor sitio frente a la chimenea o la estufa.
Un restaurante muy familiar
Somos un restaurante muy familiar ¡en todos los sentidos!: está gestionado por una familia, nos sentimos una familia con nuestro equipo y nos acordamos de las familias en el espacio y en el servicio.
Disponemos de tronas, cambiador en el aseo, unos preciosos manteles infantiles para colorear que regalamos a nuestros clientes (y que hablan de las cosas de nuestro pueblo y nuestro entorno) e incluso una pequeña sala con una zona de pizarra para dibujar.
No tenemos zona infantil como tal. Nos encantaría, pero el espacio no nos da y con el Covid, no nos sentimos cómodos para crearla en el interior. Nos tomamos muy en serio la seguridad.
Pero lo que sí que tenemos es una sensibilidad especial con las familias con peques. Os animamos a avisarnos con antelación si necesitáis trona o si venís con carrito de bebé (para ubicaros en un sitio donde tengáis espacio suficiente y estéis cómodos).
Y en cuanto al menú infantil... directamente no existe. Esto es una declaración de principios: no creemos en el menú infantil, porque en la mayoría de los casos suele traducirse en comida poco saludable, de escasa calidad y cobrada a precio de oro.
Eso sí, os adaptamos cualquiera de nuestros platos al «tamaño» infantil o incluso os preparamos uno de esos básicos a los que muchas veces recurrimos las familias para no calentarnos la cabeza (tipo patatas, carne y huevos), pero en plan bien, caserito.
¿Qué tipo de comida ofrecemos?
Hacemos una cocina sencilla y honesta, de elaboración casera y con un puntito de innovación (que sitios de carne a la brasa y punto hay mil).
Nos basamos en el producto local y de temporada: nuestros principales proveedores son los productores de la zona y si bien no podemos decir que nuestras verduras y hortalizas sean ecológicas (porque hay que llamar a las cosas por su nombre y lo ecológico es únicamente lo que está certificado como tal), sí que son del terreno.
También abundan los productos ecológicos (de los 100% certificados) en nuestra carta, como los huevos de los amigos de Ecogollos, el pan del Obrador la Integral, el aceite Albojaira, los quesos de La Vieja Buchaca…
Nos acordamos también de los vegetarianos (porque aunque no lo somos por el momento, cada día reducimos el consumo de carne en casa y experimentamos un poco más con los vegetales), y podéis encontrar algunas delicias como los huevos rotos con aguacate, las ensaladas de quinoa, los pistos de toda la vida…
Y para los muy carnívoros, deliciosa carne a la brasa, pero a la brasa de verdad (no esas que que son una marca de parrilla en un filete) o suavísima carne cocinada a baja temperatura.
Tranquilo todo el mundo que no cocino yo, sino mi marido, que lo hace a las mil maravillas. Yo me dedico únicamente a los postres, como el brownie de chocolate, la tarta de queso o mi preferido, la Cazuela de San Juan (un delicioso pastel de calabaza que es una versión granadina de origen árabe del omnipresente carrot cake).
Mira, me he venido arriba, y si haces el camino y vienes a comer a Envero, enséñanos una foto vuestra del trayecto (en la presa de La Alhambra por ejemplo, o en cualquier otro punto) y te invitamos al postre 😉
¿Cómo regresar a Granada?
Lo mejor es hacer la vuelta en autobús de línea (a no ser que cuentes con un «coche escoba» que os recoja), por lo que el único día para hacer la ruta en fin de semana es el sábado, ya que en domingo no hay autobuses.
Podéis consultar los horarios de los autobuses aquí, pero ya os avanzo que el que os viene bien es el último, que sale del pueblo a las 16:00.
Los tiempos de la ruta son razonables y si por ejemplo salimos de Granada a eso de las 10:00 (que tampoco nos vamos a dar un madrugón en sábado), podemos llegar a Beas a eso de las 13:30 aproximadamente, comer y volver a casa.
Y si os queda tiempo libre, no dejéis de daros una vuelta antes o después por el parque infantil municipal El Ejido. Los columpios son así como prehistóricos, pero el parque… es una pasada: laderas para hacer la croqueta sobre la hierba en primavera o lanzarse con trineo sobre la nieve en invierno.
Claro que Beas de Granada tiene muchos más atractivos y rutas (desde la ruta de los diques o la de las trincheras y lagares hasta la visita al secadero de jamones de Artesanos Nevada), pero no pensarás venir solo una vez ¿verdad?
Pues eso amigos, espero que disfrutéis la ruta y sobre todo disfrutéis del placer de llegar a un pueblo caminando, como se hace desde hace cientos de años…