Un día estás haciendo yoga para embarazadas y al día siguiente…te ves en la ardua tarea de elegir centro educativo para tu hijo o hija.
A veces esto no ocurre cuando nos gustaría y, en demasiadas ocasiones, sucede demasiado pronto debido a las exigencias del mercado laboral y a la realidad de unas bajas maternales y de paternidad que en nuestro país son ridículamente cortas.
En otras ocasiones, sencillamente sentimos que ha llegado el momento de escolarizar al peque y, aunque pueda ser atendido en casa, entendemos que participar de un centro educativo puede hacerle crecer en muchos sentidos.
En todos los casos, se trata de una decisión cargada de responsabilidad, que conlleva no pocos quebraderos de cabeza.
Al elegir centro educativo se ponen en juego muchos factores: desde nuestros horarios laborales al lugar en que vivimos, pasando, cómo no, por nuestros valores y nuestras creencias sobre el tipo de educación que queremos ofrecer a nuestros hijos e hijas.
Afortunadamente, cada vez hay mas opciones entre las que elegir, y un buen número de centros privados completan, en distintos sentidos, la oferta educativa pública.
En Somoslittle tenemos la fortuna de contar con varios proyectos educativos, con diferentes planteamientos y que cubren y responden a distintas necesidades o realidades.
A su frente están Virginia, Rafa y Ana, auténticos expertos y expertas en educación a los que hemos pedido su opinión sobre la gran pregunta ¿cómo elegir centro educativo?.
Tabla de contenidos
Rafa Román, Fundador del Colegio International Montessori School Galápagos
Para nosotros, elegir un centro infantil depende mucho de las necesidades y posibilidades de la familia. Depende de lo que valoren.
Hay familias que necesitan que el centro infantil esté cerca de casa. Otras que buscan un modelo educativo determinado y no les importa desplazarse. Otras buscan algo que no les suponga un gasto y les pille cómodo en cuanto a horarios, accesos, etc.
Nuestro centro ofrece el modelo educativo Montessori.
Si esto es lo que se busca, tenemos la posibilidad de que un niño entre con 2 años y salga con 12, ya que somos un colegio autorizado por la Junta de Andalucía para impartir enseñanza en ese rango de edad.
Para nosotros el interés demostrado por este formato educativo es criterio de acceso, pues consideramos muy importante que exista un buen entendimiento entre las familias y el colegio a la hora de llevar a cabo la educación de los niños/as en los diferentes contextos (colegio-casa).
Debido a que la educación Montessori contempla el ambiente como elemento clave para que se pueda llevar a cabo cualquier acción de desarrollo o aprendizaje, las personas que eligen Montessori deben saber que el ambiente psíquico lo crean los adultos con su forma de ser, su actitud ante la vida, su manera de gestionar las emociones, de comunicarse, de moverse, de alimentarse, etc.
Al tocar las puertas de nuestro colegio, automáticamente se inicia un proceso de aprendizaje mutuo entre el personal del centro, los niños/as y sus familias, y es una oportunidad de crecimiento personal en torno a la educación de sus propios hijos. Aquí aprendemos todos: niños y adultos.
Las familias que tienen la adecuada receptividad para enfocar la educación de sus hijos desde una mirada interna, encuentran en nuestro colegio un escenario ideal, con charlas, cursos, tertulias pedagógicas, etc. y los resultados se potencian en los niños cuando existe este interés y apertura por parte de los adultos.
Aunque esta sería la forma idónea por la que una familia acude al colegio Galápagos International Montessori School, a nosotros nos basta con que tengan más o menos claro qué es la educación Montessori, y que este modelo es el que quieren para sus hijos.
Ana Sánchez. Directora del Centro de Educación Infantil La Cabaña del Dormilón
Cuando nos encontramos la difícil decisión de dejar a nuestros hijos en un centro infantil nos asaltan una serie de dudas, ¿Es aun pequeño para dejarlo? ¿Debería quedármelo en casa? ¿Cómo hago para poder seguir trabajando? ¿Qué hacen allí? ¿Qué diferencia hay entre un centro y otro?…
Los padres primerizos cuando entran por primera vez a nuestro centro vienen con cierto grado de angustia, ya que su bien más preciado va a estar en manos de unas desconocidas y esto genera cierto recelo.
Cuando los recibimos, ante todo, intentamos que se sientan cómodos, que nos conozcan , que hagan todas las preguntas que necesiten y les invitamos a pasar una jornada con nosotras , para que vean nuestra forma de trabajo y la filosofía del centro.
Para nosotras, la familia, es una parte muy importante y las hacemos participes mediante tardes de familia, excursiones, talleres…donde cada padre y madre son uno más del proyecto educativo.
Por ello el periodo de adaptación, que es lo que más les angustia lo hacemos de modo progresivo y siempre con los papás.
Como familia, entendemos todas sus necesidades, por ello adecuamos su jornada laboral a la estancia del peque en el centro.
Procuramos siempre facilitarles un horario que se adapte a lo que solicitan, por eso el centro, permanece abierto con horario ininterrumpido de 7 a 20,30. De modo que, tanto en jornada de tarde como de mañana, las familias que lo requieran, puedan disponer de un lugar de confianza, donde puedan dejar a sus hijos mientras trabajan, con los bonos por horas o las distintas modalidades existentes.
También sabemos que a veces, necesitan un respiro, por eso ofrecemos un servicio nocturno y de fines de semana en el centro, para que los papas puedan disfrutar de un día en pareja, con los amigos o simplemente dedicarse un día a un mismo (que no viene nada mal 😉
Son cada vez más las familias que tienen que hacer encaje de bolillos para conciliar su vida laboral con la familiar por eso, en la Cabaña, vamos ampliando horario y adecuándolo a las demandas de los papas, de este modo tenemos pequeños que se quedan hasta las 22.30 ya que las jornadas son cada vez más extensas.
Si algo nos define es nuestra flexibilidad, nuestra cercanía y trato con las familias, donde el pequeño es el protagonista de su propio aprendizaje, desarrollando la creatividad y control de las emociones, mediante la realización de talleres y actividades al aire libre.
Todo es posible, solo es cuestión de buscar el modo 😉
Virginia Ureña. Directora de la Escuela Infantil 0-6 años Patosuca.
¿Por qué una escuela de cero a seis?
El juego es una actividad natural en la edad de cero a seis años, que se convierte en un cauce privilegiado para que los niños se relacionen con su entorno. A través del juego se conoce tanto la realidad física como social, y se favorecen sensaciones como la satisfacción y la seguridad. El niño domina todos los mecanismos de forma espontánea: decide su juego, busca los objetos y materiales necesarios, marca el contenido, encuentra placer en la actividad y debe ser él quien decida finalizarla.
Por esto, es muy importante buscar espacios y centros que fomenten una enseñanza basada en la interacción, el descubrimiento y la curiosidad, y centros que hagan que esos principios formen parte del día a día en el aula.
Un mismo centro que abarque toda la etapa 0-6 permite que los niños avancen sin grandes cambios y con una gran estabilidad afectiva a la vez que adquieren confianza y se facilita el encuentro y el intercambio de vivencias entre las distintas edades.
Patosuca es una escuela familiar que da seguridad a las familias y que brinda la posibilidad de que los niños se relacionen y convivan con sus iguales y con todos los adultos que trabajan en ella, siempre de un modo natural y sencillo. Partimos de la vida cotidiana para fomentar en todo momento la autonomía de los niños. Al tener cocina propia, esta estancia forma parte de la educación diaria de los niños y se utiliza como recurso siempre que la necesitan.
Una escuela de cero a seis, ante todo, se debe basar en el respeto a la infancia. Los niños tienen procesos autónomos de pensamiento y nosotros repsectamos siempre respetamos sus ritmos.
Nuestros alumnos aprenden a razonar, opinar y cuestionar la realidad, y nosotros ponemos todos los medios a su alcance para ofrecer un tipo de enseñanza que busca un desarrollo del niño que va mucho más allá de los conocimientos.
En Patosuca, la propuesta educativa tiene una línea de continuidad a lo largo de toda la etapa de educación infantil, respetando la individualidad y los momentos evolutivos, potenciando y respetando la actividad de la infancia, y promoviendo un aprendizaje significativo y duradero.
El trabajo por proyectos debe ser el eje central en la franja de tres a seis años, junto con otras metodologías que afiancen lo que estamos trabajando y que continúen la trayectoria que empieza en el ciclo cero a tres. Con respeto al inglés la enseñanza comienza de forma gradual y en segundo ciclo ya hay siempre dos profesoras de inglés en el aula; una de ellas se comunica exclusivamente en lengua extranjera con los pequeños.
En Patosuca creemos en una enseñanza basada en la interacción, el descubrimiento y la curiosidad, y hacemos que esos principios formen parte del día a día en el aula. Nuestros alumnos experimentan y disfrutan aprendiendo.
Como dice Loris Malaguzzi: «La escuela debe ser un lugar para todos los niños, no basada en la idea de que todos son iguales sino que todos son diferentes».
