Si te va el turismo de naturaleza en familia, una escapada a las Lagunas de Ruidera con niños es una buenísima idea.
Nosotros disfrutamos de este paraíso cercano durante unos preciosos días de septiembre, aunque creo que es un destino maravilloso para disfrutar en cualquier época del año. Me imagino un otoño de colores espectaculares, un invierno romántico y cálido, una primavera abrumadora y un verano…¡muy refrescante!.
Tabla de contenidos
¿Cuándo viajar a las Lagunas de Ruidera?
Lo primero que tenéis que saber si estáis pensando en visitar las Lagunas de Ruidera con niños es que se trata de una zona con una altísima presión turística.
Eso quiere decir que es fundamental valorar en qué época vamos a viajar, porque podemos encontrar una saturación importante, no sólo de alojamientos y servicios de restauración, sino también del propio entorno natural, convirtiendo lugares idílicos en…, otra cosa.
Nosotros visitamos las Lagunas en septiembre, justo antes del inicio del curso escolar. Esa semana siempre me ha parecido fantástica, porque el 90% de las familias están ya de regreso a casa, preparando la vuelta al cole etc., y hay mucha menos gente en todas partes. La temperatura sigue siendo veraniega y admite baños, pero el calor ya no te encierra en las horas centrales del día, aumentando así las posilidades de disfrutar de cualquier destino.
En general yo evitaría julio y agosto, puentes y similares. Ya, ya se que es complicado, sobre todo cuando los peques tienen colegio, pero merece la pena guardar un par de días de asuntos propios y buscar una escapada en fechas no marcadas en rojo en el calendario.
¿Dónde alojarse?
Al tratarse de una zona con una larga tradición turística, encontramos multitud de opciones: alquiler de apartamentos o casas en los pueblos cercanos (en Ruidera hay muchísimas disponibles), campings, bungalows y hoteles (alguno incluso con su propia zona de baño) .
En esta ocasión nosotros optamos por un hotel. Últimamente no viajamos tanto como nos gustaría, así que cuando lo hacemos, preferimos la opción del hotel a la hora de alojarnos, por la comodidad que conlleva.
Bueno por eso y porque me chiflan los hoteles, no lo niego. Los hoteles pequeños, con personalidad, con su historia y su forma diferente de hacer y de mimar al visitante. Creo que el alojamiento es una parte muy importante de la experiencia de un viaje, más aún si viajas con niños, y soy realmente feliz cuando descubro joyas como el Hotel Cueva ahumada en Río Mundo, Las Chimeneas en Las Alpujarras, las Cuevas de Al Jatib en el Altiplano o La Alcanacia en Zújar, todos ellos 100% little-recomendados.
En esta ocasión optamos por un alojamiento al pié de una de las lagunas, el Hotel Rural Albamanjón, un auténtico remanso de paz a la orilla de la laguna de San Pedro.
Elegimos este hotel porque es realmente precioso (y no, éste no es un post patrocinado) y porque nos ofrecía la poco frecuente posibilidad de disfrutar de una habitación familiar. Mis peques ya son un poco más grandes y les encanta tener un espacio propio, eso si, bien cerquita nuestro. Además, en este caso era realmente chulo: una habitación dúplex (arriba para las peques y abajo para nosotros) con una preciosísima terraza con vistas a la laguna.
El desayuno es un gustazo, con un auténtico mini-buffet individual en el que no falta de nada, ni siquiera el espectacular pan de pueblo que se disfruta en la zona. Si os apetece cenar o comer en el Restaurante, es acierto seguro: lo mejor de la gastronomía y las bodegas locales y sensibilidad a la hora de preparar platos especiales para peques.
Eso si, si viajáis con carrito de bebé…yo me lo pensaría dos veces, porque accesible, lo que se dice accesible…no es. Tampoco es barato, pero la relación calidad precio está ajustada, y para mi eso es lo fundamental a la hora de valorar el precio de un alojamiento.
Uno de los grandes atractivos del hotel es su pequeña zona de baño, con este miniembarcadero en el que es imposible hacer una mala foto. En el mismo hotel podemos alquilar hidropedales con los que disfrutar de un paseo precioso por las lagunas (y hacer piernas de camino), o incluso una bicicleta de pedaleo asistido si os apetece.
¿Qué visitar en las Lagunas de Ruidera?
El Centro de Visitantes del Parque
El Parque Natural de las Lagunas de Ruidera ofrece muchísimas posibilidades, pero todas deberían pasar por un punto de partida: el Centro de Visitantes. Ubicado en el municipio de Ruidera, es paso obligado y el breve recorrido por la exposición nos permitirá entender mucho mejor la zona en la que nos encontramos: su historia y su evolución, pero sobre todo su fantástico valor. Merece la pena dedicar unos minutos a visionar el audiovisual que se proyecta en una de las salas; si bien es un poco antiguo (vale, bastante antiguo, con gente con pinta de los 70), tiene un mensaje de protección del medio ambiente completamente vigente.
Además, también podemos recorrer el pequeño jardín botánico que hay en las instalaciones, y que recoge las especies de árboles y arbustos más interesantes de la zona.
Reconozco que soy muy fan de los Centros de visitantes, y sobre todo de las personas que ellos trabajan, siempre amables e informados y con auténtica devoción por su territorio.
En este caso no fué una excepción, y salimos del Centro con información de la buena y una extraordinaria app instalada en el teléfono. Qué gran acierto lo de la app. Disponible para iOS y Android, recoge toda la información de interés de la zona e incorpora unas estupendísimas audioguías de las que hicimos buen uso durante toda nuestra visita.
Las lagunas
Por supuesto. Las 15 lagunas repartidas entre las provincias de Ciudad Real y Albacete que forman uno de los parajes naturales más singulares y especiales de nuestro país.
Bellísimas aguas turquesas, repleas de cascadas y saltos de agua originados por una singular geología.
Existen muchas formas diferentes de visitar las lagunas, y muchos tipos de lagunas diferentes.
Algunas de ellas son muy turísticas. Terriblemente turísticas diría yo.
Fruto de una época en la que la protección de los espacios naturales no era una prioridad, encontramos muchas construcciones privadas a pié de laguna, que nos hablan de lo que no debe permitirse nunca más.
En muchas de ellas hay merenderos y restaurantes (algunos bastante bonitos), así como zonas de baño vigiladas por socorristas en temporada e incluso alquiler de hidropedales o canoas (está prohibido el uso de vehículos de motor en las lagunas).
Si visitáis las Lagunas de Ruidera con niños, lo del hidropedal es un must.
Esta zona no es mi favorita. Hay mucha gente y pese al esfuerzo de los vigilantes, una y otra vez encuentras a personas que se saltan a la torera las indicaciones de «no pasar» para hacer fotografías o bañarse «un poco más lejos».
Eso si, resultó el momento ideal para dar una charla a las niñas sobre la protección de la fauna y flora local y qué significan conceptos como «refugio de fauna», «zona de reserva» etc. No hay mal que por bien no venga.
La parte que más disfrutamos nosotros es que la corresponde a las lagunas altas (Blanca, Conceja y Tomilla). Un buen paseo y un bocadillo en compañía de patos a la orilla de la laguna…¿qué más se puede pedir?.
A lo largo de todo el Parque Natural existen rutas muy accesibles para realizar a pie o en bicicleta y prácticamente todos los recorridos son aptos para disfrutar con peques, ya que la zona es muy llana y los caminos están perfectamente indicados.
Sus pueblos
Si os animáis a estar varios por la zona, es el momento de visitar algunas de sus pueblos: Argamsilla de Alba, Ossa de Montiel, Ruidera, Tomelloso, Villahermosa o Villanueva de los Infantes son los municipios del Parque Natural.
Como complemento al turismo de naturaleza…un poco de historia, pero sobre todo de literatura, porque la figura de Cervantes y el legendario Don Quijote de la Mancha están presentes en todos ellos.
Nosotros visitamos Argamasilla de Alba, y dimos un paseo por el Castillo de Peñarroya y su embalse, y por la Casa de Medrano, donde Cervantes estuvo preso durante un tiempo y escribió su inmortal obra.
También nos dimos un paseo por Tomelloso y por la preciosa Villanueva de los Infantes (imposible no parar a disfrutar de un almuerzo en cualquiera de los restaurante de la hermosa Plaza Mayor o alrededores).
¿Qué comer en las Lagunas de Ruidera?
Pecado mortal visitar la zona y no disfrutar de la gastronomía local. Eso si, ojito, el tema es…»contundente» y no apto para quienes estén a dieta. Claro que también es el momento ideal para saltársela a la torera y entregarse a platos tan calóricos y sabrosos como los gazpachos manchegos, duelos y quebrantos, atascaburras, gachas manchegas de pastor… Regado con cualquier vino de la zona (si no tienes que conducir claro).
¿Qué hacer con peques?
Las Lagunas de Ruidera es un destino ideal para disfrutar con niños.
Hay mil y un senderos y rutas para hacer a pie que resultan perfectamente accesibles con niños. La orografía del terreno proporciona caminos accesibles y las excursiones pueden planificarse en función de la edad y las ganas de caminar de la familia.
Si os gusta montar en bici, los caminos son perfectos para ello. Además, para quien resulte interesante la opción, en algunos puntos se pueden alquilar bicicletas de pedaleo asistido.
En verano, el baño en las lagunas es imprescindible, con todas las precauciones del mundo y preferentemente en las zonas vigiladas y con socorrista. Bañarse en una laguna es algo que no está a la orden del día, y es una opción que les resultará tan atractiva o más que la playa o la piscina.
Y por supuesto, el paseo en hidropedal, sea la época que sea, disfrutando de la fauna local, de la vegetación y de las vistas de este entorno maravilloso. Los más aventureros con peques más mayores pueden animarse con las canoas, que son otro acierto.
También hay varias empresas que realizan visitas guiadas y actividades de ocio y aventura, que pueden resultar una buena idea si vuestros peques son más mayores.
Un Castillo es siempre buena idea con niños, y el de Peñarroya es bastante accesible, además de contar con un pequeño centro de interpretación.
Estoy segura de que hay muchos más atractivos en la zona, pero a nosotros no nos dió tiempo a mucho más.
Espero que alguna de estas recomendaciones os resulte de interés si os animáis a visitar las Lagunas de Ruidera con niños. Hay mil y una formas diferentes de disfrutar el mismo destino turístico y aquí os proponemos una más. Si os sirve para tomar ideas a la hora de hacer turismo de naturaleza, genial, si podéis enriquecer el post con vuestros comentarios y experiencias…¡mejor aún!