«Antaño el silencio reinaba en los territorios infinitos del Oeste. El ferrocarril progresaba, la ley y el orden se instalaban en las ciudades, y los últimos forajidos vagaban aún por las llanuras. Ya se forjaba el trágico destino del bandido del colt de oro».
Si os cuento que en el próximo Little Noir vamos a hacer una actividad fauvista inspirada en un álbum ilustrado de la Editorial Libros del Zorro Rojo, que narra una historia del oeste y la guiará una artista licenciada en Bellas artes…igual os da por pensar que será un pestiño perpetrado por un grupo de aburridas «gafapastas». Pero no.
Porque nos conocemos desde hace tiempo, y nos habéis acompañado en la primera edición de Little Noir, y en el Festival de literatura y artes para familias Chavea, y en hola Bebé y en las Ferias Little…y sabéis que nuestro rollo no va de postureo cultureta, sino de compartir ocio de calidad y disfrutar de la cultura en familia (y a lo bestia).
Por eso sabemos que habrá cola para disfrutar de las bondades de Eva García, de Cactus! Taller Creativo. Eva guiará a nuestros peques por el fauvismo, invitándolos a expresar sentimientos a través de una paleta de vibrantes colores con toda la espontaneidad y la frescura de la que sólo ellos son capaces (porque resulta que el fauvismo, movimiento artístico de principios del siglo XX, iba justamente de eso).
Trabajarán sobre una maravilla de álbum ilustrado, «El bandido del Colt de oro», de la siempre elegante editorial Libros del Zorro Rojo, elegido especialmente para la ocasión. Este año, uno de los ejes temáticos de Granada Noir es precisamente el wéstern noir, y por eso, en varias de nuestras actividades encontraréis bandidos, sheriffs y lejanas praderas.
El libro es delicioso, y si alguien se enamora (que sería lo más normal) también podrá llevárselo, porque de nuevo tendremos allí a las amigas de la librería Picasso, con una selección de las obras en torno a las que vamos a trabajar en las diferentes actividades de Little Noir.
Y si participáis en el sorteo que estamos realizando en redes ¡igual os lleváis gratis uno para casa!.
Tanto el sorteo como la actividad, son cortesía de la gente maja y comprometida de la editorial Libros del Zorro rojo, que ha tenido el detallazo de apostar por esta actividad y por una propuesta tan insólita como una programación familiar en un festival de novela negra. ¡Gracias, gracias y mil gracias!.
Y toda la minimovidita necesaria para que esta mañana fauvista llena de bandidos sea posible, ha estado promovida por Raquel Hernández, más conocida como la Lectora profesional, Rake para los amigos.
Raquel es gestora cultural (sí, eso existe, y se dedican a que estas ideas se hagan realidad) y conoce y ama los libros como nadie. Los lee (mucho, pero mucho mucho), los comenta (en su fantástico Club de lectura Hora de té y libros, en las actividades de Filosofía de la lectura que organiza en la librería Un mundo Feliz, en Montessori Galápagos, en ZonArte y en el Nido; por sitios no será!), los selecciona, los reflexiona y en ocasiones, también escribe sobre ellos.
Hoy tenemos el lujo de compartir con vosotros las líneas que dedica a «El bandido del Colt de oro», que son una delicia e invitan a «pistolar» y a recordar aquellas sobremesas de sábado en las que soñábamos con las praderas del lejano oeste…
Os dejo con ella…
Quizás cada día cuesta más ver en el imaginario de la gente menuda la opción de jugar a “indios y vaqueros”. Minipunto para las pedagogías inclusivas y lo “políticamente correcto” que no promueve el colonialismo. Sin embargo… ¡ay! Sin embargo, nos quedaríamos en la superficie si solo viéramos ese aspecto en la “cultura western” del que este álbum ilustrado para jóvenes es una excelente expresión.
Los protagonistas de esta historia, los hermanos Moonlight, crecen en el salvaje oeste de las tierras de Colorado, entre bandidos y conflictos sin el amparo de la ley. Lo que hoy venimos llamando “civilizaciones” o “mundo civilizado”. Me permiten las comillas, porque incluso el lector más pequeño ve en las primeras páginas que hay evidente similitud entre algunos de esos “problemillas” del desierto y lo que vivimos en nuestro tiempo.
Para esa mirada aún instalada en la infancia, el apoyo entre hermanos, que puede degenerar en odio y desprecio por las decisiones del otro, resulta de lo más familiar. Las ilustraciones aparentemente naif del álbum, con colores fauvistas que reinterpretan el paisajey suavizan las sangrías propias de las personas armadas, ayudan a acercar la comprensión de lo que significa verse arrojado a un destino inesperado, como puede ser el asesinato de tus padres y la imperiosa necesidad de huir, sobrevivir en una naturaleza hostil o pasarse al lado oscuro para evitar el frío y el hambre continuado.
Todo esto podría parecer que no es un contenido “apropiado” para peques. En este punto me veo en la obligación moral -cual forajido de estas historias- a posicionarme al margen de la ley. Ninguna historia debería ser censurada por los valores morales de los lectores adultos. Si queremos acompañar el mensaje que se pueda interpretar de su lectura podemos hacerlo en la conversación posterior o contrastando con otras lecturas o experiencias narrativas (videojuegos, películas o cómics).
Las historias pedagógica y políticamente correctas son difíciles de digerir por unos lectores que buscan, como hacemos las personas adultas, evadirse de la cotidianidad -la mayor de las ocasiones- o referentes distintos sobre los que “estructurar” o construir nuestra identidad y nuestros principios éticos y estéticos. Dicho de otro modo: leer sobre Henry Moonlight y su colt (pistola) de oro, incluso diseñar un arma similar y jugar a disparar (o “pistolar” como dicen mis hijos) no es el primer escalón hacia la violencia como forma de solucionar los problemas. “Morir matando” es la metáfora del camino del héroe, pero no es ni una consigna literal ni una instrucción plana. Es un horizonte con un ocaso lleno de fucsias y de trazos fragmentados.
En resumen: leer una historia de vaqueros como la que nos ocupa, con malos que no son todo oscuridad (bien lo señala Harry Potter: “en cada uno de nosotros habitan luces y sombras”) y con violencia explícita (aunque muy colorida y casi tierna, si se me permite esta expresión), no va a convertir a nuestra descendencia en asesinos y ladrones, al querer imitar al “bandido del colt de oro”.
La ficción, la fantasía, como tan magistralmente expone Rodari en su “Gramática de la fantasía”, no sigue las reglas de la lógica (ni de la moral, añadiría), sino que construye mundos, imagina opciones, secuencias, caminos narrativos, y fomenta la libertad y la seguridad en quienes transitan y disfrutan de estos paisajes.
Con Academia Cactus nos valdremosde técnicas secas (ceras al óleo y rotuladores) y utilizaremos solo colores primarios y secundarios y su relación entre ellos, para intentar reproducir el paisaje del lejano oeste tal y como nos lo imaginamos. Y ya que estamos, conoceremos el fauvismo y el «salvaje» uso que del color hacían estas «fieras» de artistas. Por último, analizaremoslas técnicas artísticas que sirven al autor para ilustrar este viaje, que como los buenos, no permitirá que seamos siendo los mismos antes de iniciarlo.
Y ¿quién sabe? Igual después encarte leer el álbum tan bien editado por Libros del Zorro Rojo o incluso ver “Centauros del desierto” o alguna de John Wayne, evocando esos sábados al mediodía en los que el polvo del desierto y los estepicursores invadían los salones de nuestras casas.